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“Las autoridades de Kosovo están fallando a las víctimas de violencia de género”, dice hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe, “a pesar de las protestas y peticiones de acción generalizadas a raíz del importante número de feminicidios perpetrados en los últimos años”.

El informe, titulado From paper to practice: Kosovo must keep its commitments to domestic violence survivors, detalla cómo quienes sobreviven a la violencia de género, en su mayoría mujeres y niñas, afrontan numerosas barreras para obtener protección y acceder a la justicia y a ayudas. Las autoridades de Kosovo deben adoptar más medidas para combatir este tipo de violencia y garantizar la protección de los derechos de las sobrevivientes y que se abordan los problemas prioritarios de éstas. Al hacerlo, es esencial que cuenten con las sobrevivientes a la hora de tomar todas las decisiones que les afecten.
Las sobrevivientes de la violencia de género en Kosovo afrontan barreras en todas las direcciones cuando intentan salir de situaciones de maltrato. La respuesta de las autoridades se centra demasiado en los enjuiciamientos penales. De hecho, se exige a casi todas las sobrevivientes que denuncien la violencia a la policía para acceder a un albergue. Al mismo tiempo, no se hace lo suficiente para ayudarles a llevar una vida independiente lejos de los malos tratos.  Las sobrevivientes de grupos marginados también sufren el olvido.

Lauren Aarons, directora adjunta de programa y responsable de Género de Amnistía Internacional

En los últimos años, las autoridades de Kosovo han tomado considerables medidas para reforzar la legislación y mejorar las políticas para abordar las necesidades de las sobrevivientes. Recientemente, en marzo de 2023, la Asamblea de la República de Kosovo aprobó en la primera lectura un nuevo proyecto de ley sobre prevención de, y protección frente a, la violencia de género, la violencia contra las mujeres y la violencia por motivos de género. Esta ley está ampliamente armonizada con el Convenio de Estambul y otros convenios internacionales de derechos humanos, e incluye políticas integrales contra la violencia de género.

Sin embargo, Amnistía Internacional halló numerosas lagunas en la ayuda estatal de que disponen las sobrevivientes de violencia de género y falta de acción para implicarlas en la toma de decisiones, lo que menoscaba sus derechos.

Estas lagunas incluyen barreras para recibir una indemnización y acceder a otros derechos jurídicos como pensiones alimenticias, y unos servicios de apoyo inadecuados para las sobrevivientes que dejan los albergues. Las sobrevivientes también describieron prejuicios nocivos por parte de los agentes de policía; trabajadores y trabajadoras sociales sobrecargados de trabajo; defensores de las víctimas inútiles o ausentes; y falta de información sobre sus derechos y de los recursos y asistencia disponibles. Las sobrevivientes procedentes de minorías étnicas como las comunidades serbia, romaní, askalí y egipcia de Kosovo, y las sobrevivientes LGBTI tienen barreras adicionales debido a formas entrecruzadas de discriminación.

Barreras para acceder a ayudas

Las mujeres de Kosovo afrontan unas barreras socioeconómicas significativas que les impiden salir de situaciones de malos tratos y vivir sin temor ni violencia a largo plazo. En 2017, sólo el 17% de las mujeres de Kosovo tenían un empleo formal, frente al 50% de los hombres; y en 2021, sólo el 18% de las propiedades estaban en manos de mujeres, frente al 79% en posesión de los hombres. Además, las mujeres suelen estar excluidas de la herencia familiar, y la división de propiedades entre cónyuges en los procedimientos de divorcio también tiende a perjudicar a las mujeres.

Si una sobreviviente trata de salir de una situación de malos tratos, en el mejor de los casos recibe protección inicial y apoyo a corto plazo, pero luego se la deja sola para intentar reconstruir su vida, con ayuda insuficiente para acceder a una vivienda, cualificaciones profesionales o empleo.

“Las autoridades de Kosovo se han comprometido a poner a las sobrevivientes en el centro de su respuesta a la violencia de género. Ahora tienen que convertir este compromiso en acciones. Esto significa proporcionar recursos suficientes, pero también escuchar a las sobrevivientes y trabajar con ellas para elaborar unas respuestas más integrales que respeten sus derechos”, prosiguió Lauren Aarons.
Lo que las instituciones podrían hacer es informar a las mujeres, antes de que pase algo, de que si te pasa algo, tienes la puerta abierta y apoyo del Estado. Que no tienes que preocuparte de tus hijos e hijas, no tienes que preocuparte de adónde vas… incluso si tu familia no te apoya, incluso si no puedes volver a casa de tu padre, las instituciones van a apoyarte.

Ana*, sobreviviente de Pristina

Las campañas de información patrocinadas por el Estado se centran casi exclusivamente en animar a las sobrevivientes a denunciar los casos a la policía, pero cuando acuden a ésta, a menudo experimentan un trato irrespetuoso. Las sobrevivientes dijeron a Amnistía Internacional que algunos policías les preguntaban por qué habían acudido a la policía, mientras otros intentaban hacer que se sintieran culpables por denunciar al maltratador.

Un estudio de Amnistía Internacional de una muestra representativa de decisiones de tribunales penales sobre violencia de género reveló que, pese a tener autoridad para hacerlo según la ley, los tribunales nunca imponían a los perpetradores el pago de una indemnización a las víctimas en las actuaciones penales. El estudio también mostraba que los perpetradores de violencia de género recibían condenas desproporcionadas a la gravedad del delito.

En los últimos años, Kosovo se ha visto sacudido por una serie de feminicidios a los que se ha respondido con protestas para pedir justicia y reparaciones, incluidas unas condenas adecuadas a la gravedad el delito.

El 14 de marzo de 2021, Sebahate Morina fue asesinada por su esposo. El Tribunal Constitucional resolvió posteriormente que las autoridades del Estado no habían protegido a Morina, lo que había violado su derecho a la vida. El 4 de agosto de 2023, fueron condenados los hombres responsables del brutal asesinato de Marigona Osmani, de 18 años, en agosto de 2021: Dardan Krivaqa fue condenado a cadena perpetua por homicidio con agravantes y Arbër Sejdiu, a 15 años de prisión por complicidad en la comisión del delito.

“La ciudadanía de Kosovo está saliendo a la calle y exigiendo que se actúe para prevenir más asesinatos de mujeres. Las autoridades de Kosovo tienen una oportunidad de oro para cambiar las cosas escuchando a sobrevivientes y manifestantes, que tienen las soluciones; deben hacer corresponder sus actos con sus compromisos legales adoptando las medidas concretas necesarias para poner fin a la violencia contra las mujeres”, concluyó Aarons.

*Nombre cambiado para proteger la identidad.

From paper to practice: Kosovo must keep its commitments to domestic violence survivors

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