La noche del 13 de junio, a través de un correo electrónico se informó que “por motivos de espacio en la sede de la Asamblea General, las organizaciones de la sociedad civil no podrán ingresar a la sede de la Asamblea General de la OEA”.
La 46 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) se lleva a cabo en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
El email enviado invitaba a los asistentes registrados a seguir las reuniones plenarias de los representantes de los Estados, a través de las pantallas de televisión colocadas en uno de los hoteles de la capital dominicana.
Esta exclusión de la sociedad civil muestra una falta de respeto sin precedentes. En la práctica, dejará frente a la pantalla de un televisor a más de un centenar de personas, que se trasladaron hasta Santo Domingo para presenciar y participar de las reuniones plenarias.
Uno de los pilares de la Organización de Estados Americanos es la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones. En este período, se planea aprobar nuevamente una resolución que fortalezca la participación activa de la sociedad civil en las actividades de la OEA. Sin embargo, esta decisión de limitar el acceso a las reuniones plenarias, es sumamente preocupante y contraria a los principios de transparencia y democracia que rigen a la organización.
Desde la sociedad civil mostramos una profunda preocupación ante tal agravio y exigimos que la OEA permita nuestra participación y acceso. Éstas fueron las condiciones en las que nos trasladamos hasta el país, con el propósito de ser parte activa del evento, como lo hemos sido durante las últimas décadas. Pedimos al Gobierno dominicano que honre su compromiso como anfitrión y al resto de los gobiernos de la región que realicen las gestiones pertinentes para que la Asamblea General siga siendo un espacio abierto y transparente.