El gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegaron a un histórico acuerdo para poner fin a cinco décadas de conflicto armado. Esta es una noticia histórica que trae esperanzas de que la paz finalmente sea posible.
Las dos partes anunciaron en Cuba que, tras casi cuatro años de conversaciones de alto nivel, llegaron a un acuerdo sobre los principales asuntos pendientes. El documento del acuerdo abarca distintos asuntos, como la reforma rural, la participación política, el tráfico de drogas y los derechos de las víctimas.
“Esta es una jornada histórica. Esperamos que las autoridades garanticen la justicia a las millones de víctimas que dejó este trágico conflicto”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
De qué trata el acuerdo
El acuerdo en torno a los derechos de las víctimas, que se completó e hizo público a finales del pasado año, establece los mecanismos que deben implementarse para garantizar el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación. La realidad es que aún quedan dudas respecto a que estos derechos sean garantizados en la práctica de conformidad con lo dispuesto en el derecho y las normas internacionales.
El conflicto se caracterizó por los crímenes de derecho internacional —entre ellos homicidios ilegítimos, desplazamientos forzados, desapariciones forzadas, toma de rehenes, tortura y delitos de violencia sexual— cometidos por todas las partes, incluidos las fuerzas de seguridad y los paramilitares —actuando solos o en connivencia entre ellos— y los grupos guerrilleros.
Muchas de estas violaciones y abusos contra los derechos humanos no se dieron en el contexto del combate directo entre las fuerzas de seguridad y los grupos guerrilleros, sino que fueron motivadas por factores económicos vinculados a la explotación de tierras ocupadas por comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas. Así pues, el riesgo de que estos crímenes no se detengan tras la firma del acuerdo es elevado.
Está previsto que la firma oficial del acuerdo de paz tenga lugar en Colombia a mediados o finales de septiembre y, posteriormente, el 2 de octubre, el acuerdo sea ratificado mediante plebiscito. Las FARC no iniciarán el proceso de desmovilización y desarme hasta que el acuerdo esté firmado oficialmente, y éste se pondrá en marcha de forma progresiva a lo largo de los siguientes seis meses.