Actualmente Agustín Santillán, dirigente indígena wichí, se encuentra imputado en más de 25 causas penales, que tienen origen, entre otras razones, en la reivindicación histórica del territorio ancestral y la defensa de los derechos humanos en su comunidad. Muchas de estas causas han sido reactivadas a partir de su última detención que habría tenido origen por su presunta participación en una serie de incidentes que Santillán no habría siquiera presenciado.
Preocupa a Amnistía Internacional la persecución a través distintos tipos penales a defensores de los derechos humanos, que luchan por la promoción y defensa de los derechos humanos. La experiencia nos demuestra que el uso de causas por delitos como corte de ruta, resistencia a la autoridad, usurpación, daños, lesiones, etc. es utilizado como estrategia para amedrentar a los pueblos originarios y sus líderes y socavar su derecho a la protesta social.
El 15 y 16 de junio Santillán enfrenta seis audiencias ante la Cámara de Apelaciones en lo Criminal de la Ciudad de Formosa en donde se discutirá su prisión preventiva. Como regla general, toda persona sometida a proceso penal debe ser juzgada en libertad. La prisión preventiva es excepcional, solo puede extenderse por un período razonable y nunca puede ser usada como una medida punitiva. Es responsabilidad de la Cámara de Apelaciones de Formosa analizar las causas en trámite y resolver protegiendo las garantías judiciales y el principio de inocencia, y así disponer la libertad de Agustín Santillán.