Las autoridades chinas impidieron a Liu Xiaobo, Premio Nobel de la Paz, salir de ese país para recibir tratamiento médico. Xiaobo necesita ser atendido de manera urgente ya que padece un cáncer hepático en fase muy avanzada.
Días atrás las autoridades anunciaron que iban a invitar a China a expertos médicos de Alemania y Estados Unidos para ayudar en el tratamiento del Premio Nobel de la Paz. Esta medida parece, en parte, un intento de limitar las críticas internacionales, ya que
las autoridades se siguen negando a cumplir el deseo de Liu Xiaobo y su esposa Liu Xia de viajar al extranjero para recibir el tratamiento médico.
“Liu Xiaobo se está quedando sin tiempo. No es demasiado tarde para que las autoridades pongan fin a esta cruel farsa.
Deben permitir a Liu Xiaobo y a su esposa Liu Xia viajar al extranjero para recibir el tratamiento médico que tanto necesita”, aseguraron desde Amnistía Internacional.
Liu Xiaobo fue encarcelado en 2009, con una condena de 11 años, por “incitar a la subversión del poder del Estado”, tras firmar junto con otras personas un llamamiento en favor de reformas políticas en China, conocido como Carta 08. Amnistía Internacional lo considera preso de conciencia, recluido únicamente por ejercer sus derechos humanos.
INSPIRACIÓN
En un intento de imponer un bloqueo informativo sobre
Liu Xiaobo tras ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2010, las autoridades chinas hostigaron e intimidaron sistemáticamente a sus familiares y partidarios. De manera ilegítima, Liu Xia estuvo durante los últimos siete años bajo arresto domiciliario, con el objetivo de impedir su comunicación con el mundo exterior.
En un clima de creciente condena internacional por el trato de China a Liu Xiaobo y Liu Xia, varios gobiernos extranjeros se ofrecieron a trasladar y dar tratamiento a Liu fuera de China. Amnistía Internacional se sumó a
otros 153 ganadores del Premio Nobel en una carta dirigida al presidente chino Xi Jinping para que permita a la pareja viajar al extranjero.
“
Liu Xiaobo es una figura inspiradora cuyo único delito ha sido decirle la verdad al poder. No debió pasar ni un solo día en la cárcel, una injusticia todavía más trágica por el hecho de que el cáncer le fue diagnosticado cuando ya había alcanzado la fase terminal. El presidente Xi Jinping debe hacer lo correcto y ordenar su inmediata liberación”, sostuvieron desde Amnistía Internacional.