El arresto de cuatro funcionarios de la oposición en Venezuela, la remoción de 11 y la orden de detención de cinco muestran cómo la administración del presidente Nicolás Maduro está nuevamente intentando ejercer un control extremo sobre cualquier forma de disidencia. Así, la represión llega a un nuevo y atemorizante nivel.
“Al remover a funcionarios de sus puestos sin ningún motivo legítimo, la administración de Maduro está cruzando una línea muy delicada,” afirmaron desde Amnistía Internacional.
El sistema de justicia no debe ser una herramienta para silenciar a la oposición, en particular a aquellas personas que fueron elegidas por el pueblo.
"Primero vinieron por aquellas personas que se manifestaban en las calles, luego por quienes los representan en el sector público. ¿Hasta dónde está el gobierno venezolano dispuesto a llegar para silenciar a quienes piensan diferente? La respuesta es aterradora,” indicaron desde la organización internacional.
"Parece que ganar una elección y ser de un partido opuesto al gobierno es suficiente para llevarte a prisión en Venezuela. Las autoridades deben dejar de intentar silenciar a aquellas personas que no están haciendo más que generar atención a la crisis de derechos humanos que sufre el país”.
Desde la oficina regional de la organización también señalaron que la sugerencia de que una comisión de la verdad establecida por el gobierno puede investigar de forma imparcial los abusos a los derechos humanos que la administración de Maduro niega es, simplemente, absurda.