Muchos gobiernos europeos están obligando a miles de personas, incluidos adolescentes que llegan solos, a volver al peligro en Afganistán tras rechazar sus solicitudes de asilo. Noruega es uno de los países que más se significan en este aspecto, aunque su ministra de Inmigración e Integración, Sylvi Listhaug, ha dicho que personalmente no visitaría la capital, Kabul. Por eso decimos que ella tampoco debería enviar a nadie más allí.
1. Matan a personas a las que se ha obligado a volver a Afganistán.
Una mujer, Sadeqa, nos dijo que su esposo, Hadi, desapareció sólo unos meses después de que Noruega les ordenó salir del país. Pronto descubrió que lo habían matado, y ahora su familia tiene demasiado miedo incluso para visitar su tumba. Sabemos que su historia no es insólita: Noruega, Países Bajos, Suecia y Alemania han obligado a regresar a personas afganas, sólo para que las maten, resulten heridas en ataques con bombas o vivan en un estado de miedo constante.
2. El conflicto en Afganistán se agrava.
Son frecuentes los combates entre fuerzas progubernamentales y “elementos antigubernamentales”, entre los que se cuentan los talibanes y el grupo autodenominado Estado Islámico. Más de 20 grupos armados operan dentro del país, y los expertos dicen que la situación para la población civil se ha deteriorado desde 2015.
3. El año 2016 fue el más letal del que se tiene constancia.
La asombrosa cifra de 11.418 civiles murieron o resultaron heridos el pasado año, según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA). Es más o menos como si murieran o resultaran heridos los pasajeros de 127 vagones de tren abarrotados. Pero aunque la violencia va en aumento, los países europeos siguen obligando a un número cada vea mayor de personas a volver a Afganistán, de ellas casi 10.000 en 2016.
4. El año 2017 está resultando igualmente letal.
Un total de 1.662 civiles murieron y 3.581 resultaron heridos sólo en el primer semestre de este año, según la ONU. La mayoría fueron heridos por elementos antigubernamentales mediante dispositivos explosivos improvisados como bombas suicidas. Este año han muerto o han resultado heridos más civiles en este tipo de ataques que en cualquier periodo semestral desde que la ONU comenzó a documentarlos sistemáticamente en 2009.
5. Afganistán es especialmente peligroso para mujeres, niños y niñas.
La mayoría de las personas heridas en 2016 eran mujeres y niños y niñas, según la ONU. También ha registrado el mayor número de niños y niñas heridos desde que se inició el registro en 2009.
6. No hay lugares seguros.
Muchos gobiernos europeos, incluido el de Noruega, dicen que Kabul es seguro, pero lo cierto es que es el lugar más peligroso para la población civil en Afganistán. En la provincia de Kabul se registró el 19% del total de víctimas civiles en 2016, según la UNAMA. La investigación muestra también que la gente se está viendo atrapada por el conflicto en todo el país, hecho corroborado por el secretario general de la ONU, autoridades gubernamentales de Estados Unidos, ONG internacionales y autoridades gubernamentales afganas.
7. La persecución está muy extendida.
Las normas de la Unión Europea y el derecho internacional definen la persecución como “graves violaciones de derechos humanos fundamentales” por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social determinado u opinión política. Personas de todos las partes en el conflicto matan y atacan deliberadamente a civiles, los intimidan y extorsionan. Y es muy raro que las víctimas o sus familias lleguen a obtener justicia.
8. Hay una crisis humanitaria grave.
Hasta la Comisión Europea lo reconoce. Más de 9 millones de afganos tienen que sobrevivir en estos tiempos con escasa o ninguna atención de la salud, dice la ONU. Las tasas de bebés y madres que mueren figuran entre las más altas del mundo, y 1,6 millones de personas pasan hambre todos los días. La situación se agrava aún más por el hecho de que 2 millones de personas están en fuga dentro de Afganistán, entre ellas personas a las que los gobiernos europeos han obligado a volver.
9. Es ilegal obligar a una persona a volver al peligro.
En virtud del derecho internacional, toda persona que sale de su país tiene derecho a buscar y disfrutar de asilo frente a la persecución, de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos. Hay un principio internacional jurídicamente vinculante llamado de no devolución (non-refoulement ), que significa que los países europeos están vulnerando abiertamente la ley al obligar a las personas a viajar a un país donde corren un peligro real de sufrir violaciones graves de derechos humanos
Noruega es una de las democracias más ricas del mundo, por lo que debe dar ejemplo a otros gobiernos y llevar a la práctica lo que predica respecto a los derechos humanos, en vez de poner en peligro a adolescentes.