Marielle Franco, una defensora de los derechos humanos conocida por denunciar los abusos policiales y las ejecuciones extrajudiciales, fue asesinada en Río de Janeiro.
Marielle trabajó incansable para defender los derechos de las mujeres y los jóvenes negros en las favelas y otras comunidades marginadas.
Las autoridades brasileñas deben proteger a los testigos y sobrevivientes, identificar el motivo del asesinato, y garantizar una investigación pronta, exhaustiva e imparcial sobre este escalofriante asesinato para llevar a los culpables ante la justicia.
Su conductor también murió y un oficial de prensa resultó herido en el ataque.