Twitter puede ser un lugar peligroso para las mujeres. De acuerdo con la investigación de Amnistía Internacional, las mujeres que usan la plataforma sufren frecuentes ataques sexistas, racistas y homófobos, y no sienten que Twitter esté de su parte.
A principios de este mes, Jack Dorsey, presidente de Twitter, hizo un llamamiento público para contribuir a limpiar la plataforma, y dijo “apoyar a las mujeres de todo el mundo para conseguir que se escuchen sus voces”. En Amnistía también queremos que se escuchen las voces de las mujeres y, dado que Jack Dorsey por fin presta atención, aquí van diez cosas que Twitter debería saber.
1. Los abusos en Internet pueden ser terroríficos, y hacen que las mujeres teman por su integridad física.
Laura Bates, fundadora del proyecto Everyday Sexism (Sexismo Cotidiano): “Al principio me costaba no tener miedo por mi seguridad. El impacto psicológico de leer comentarios tan gráficos de alguien sobre violarte y asesinarte no está necesariamente reconocido. Puede pasar que estés en casa, sentada en tu salón, fuera del horario laboral, y de repente alguien te lance una amenaza de violación increíblemente explícita directamente a la palma de la mano.”
2. Los ataques suelen dirigirse contra facetas muy concretas de la identidad de las mujeres. Mujeres negras, mujeres LGBT o mujeres con discapacidad sufren abusos específicos por serlo.
Miski Noor, activista estadounidense: “Hay gente que siempre se centra en que 'eres inmigrante, eres queer, eres trans, eres musulmana, eres discapacitada'. Saben que defendemos nuestras identidades e intentan destruirnos a toda costa.”
3. Las mujeres que “hacen oír sus voces” en Twitter suelen convertirse en blanco de ataques.
Nosheen Iqbal, periodista británica: “En Twitter, los ataques que recibo en general vienen después de haber escrito artículos de opinión. Si expresas tu opinión, o una postura contundente, te conviertes en blanco de insultos y burlas en Internet.”
4. El impacto psicológico de los abusos en Internet puede ser demoledor.
Zoe Quinn, desarrolladora de juegos: “Los insultos me afectaron en todos los aspectos de mi vida. Me presionaron mucho [por Internet] para que me suicidara. Mi pareja en aquel momento no se apartaba de mí más de unas horas. Los primeros días no podía dormir ni comer, ni siquiera beber agua. Sólo podía quedarme mirando cómo todo se derrumbaba a mi alrededor. Me costaba, y aún me cuesta, acercarme a personas nuevas [después de pasar por aquello].”
5. A las mujeres que están en la esfera pública les preocupa el mensaje que reciben las jóvenes cuando ven que mujeres poderosas son impunemente atacadas.
Nicola Sturgeon, miembro del Parlamento escocés, ministra principal de Escocia: “Lo que me indigna, lo que me preocupa cuando leo esa clase de insultos contra mí es que disuaden de participar en política a la siguiente generación de mujeres. Por tanto, me siento en la obligación de contestar, no tanto por mí, sino en nombre de las jóvenes que están ahí, viendo lo que algunos dicen de mí y pensando: “no pienso estar nunca en esa posición”.
6. Los abusos en Internet tienen graves consecuencias para la libertad de expresión. Las mujeres censuran lo que publican.
Diane Abbott, política británica: [Insultar online] no es libertad de expresión, sino que en la práctica limita la libertad de expresión de todas los demás porque, según mi experiencia, hay muchas mujeres, y muchas son negras, que no participan en Internet todo lo que quisieran porque les repugna la cantidad de insultos que recibes.
7. Las mujeres pueden experimentar el flujo rápido y constante de insultos en Twitter.
Jessica Valenti, periodista estadounidense: “Los abusos en Twitter son como una corriente continua. Pueden incluir agresividad en general o insultos (zorra, puta...). Pueden implicar acoso más específico o amenazas más directas; yo he recibido amenazas dirigidas contra mi hija. Han publicado mi domicilio, mis datos fiscales, y también mi número de teléfono.”
8. Twitter parece no interpretar de manera coherente sus normas e incluso llega a no dar ninguna respuesta a los insultos.
Laura Bates: En mi experiencia al denunciar cuentas de Twitter, existe una brecha en materia de seguridad en cuanto a la forma de interpretar sus términos y condiciones, que están formulados en forma muy imprecisa. Las denuncias que formulé a Twitter muy raramente tuvieron como resultado la suspensión de alguien.”
9. Pero las mujeres quieren estar en Twitter. No es tan fácil como salirse.
Imani Gandy, activista estadounidense: “Considero que Twitter es una plataforma muy buena para la gente que normalmente no tiene demasiada voz en el proceso político. Me dirijo principalmente a la gente joven negra, porque “Black Twitter” se ha convertido en un fenómeno por una razón. Que la gente negra haya podido unirse para llegar a otras personas negras en todo el país ha tenido efectos muy potentes. Ya sea para comentar el último episodio de Scandal o hablar del movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), Twitter se ha convertido en una potente herramienta organizativa.”
10. Twitter debe actuar ya.
Miski Noor: “Twitter debe atenerse a sus obligaciones y ser fiel a sus valores. Estoy harta de empresas tecnológicas o de redes sociales que piensan que están exentas de respetar sus propios valores. Si Twitter valora a las mujeres, si valora nuestra seguridad, debe desarrollar e implementar mecanismos que realmente nos protejan.”
Toda persona debe poder expresarse en Internet sin miedo. Por eso Amnistía Internacional presenta una lista de recomendaciones para que Twitter sea un lugar más seguro para las mujeres; aquí encontrarás más información.