El gobierno federal de Brasil debe detener su despliegue de fuerzas militares para despejar las rutas bloqueadas por los conductores de camión en huelga, afirmó hoy Amnistía Internacional.
En virtud de esta orden, anunciada la tarde del viernes 25 de mayo, el gobierno brasileño autorizó a las fuerzas armadas —por primera vez desde el final del régimen militar en 1985— a ejercer funciones de aplicación de la ley y poner fin a alteraciones cívicas de ámbito nacional.
“La función de las fuerzas armadas no es disolver protestas, reuniones o huelgas. El Estado debe respetar nuestros derechos humanos a la libertad de expresión y de reunión pacífica”.
“Las personas que protestan y las autoridades competentes deben negociar una resolución pacífica de cualquier desacuerdo. Enviar a las fuerzas armadas es una respuesta desproporcionada a esta huelga que podría dar lugar a una grave ola de violencia.” - declaró Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil.