Se necesita urgentemente un nuevo sistema de asilo que sea justo, eficiente y compasivo. Así lo manifestó Amnistía Internacional en vísperas de una mini cumbre de líderes europeos que se celebrará este domingo y de la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar la semana próxima.
Se espera que los jefes de Estado y de gobierno de la UE utilicen los eventos para debatir medidas con las que fortalecer un mayor control de las fronteras externas de la UE y reformar el Reglamento Dublín.
“En lugar de concentrarse en llegar a un acuerdo sobre la reforma de Dublín, algunos líderes de la UE manifestaron una idea de última hora de contar con plataformas de atraque para las personas refugiadas y solicitantes de asilo: una noción tan irresponsable como peligrosa”, manifestó Iverna McGowan, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
“Los desafíos de nuestra época exigen un liderazgo más valiente por parte del Consejo. La población de Europa y las personas que buscan refugio no merecen menos.”
El borrador de conclusiones del Consejo, recientemente filtrado, incluye medidas como redoblar el apoyo a la Guardia Costera Libia y otras entidades libias. Este enfoque dio lugar a violaciones de derechos humanos y a que la gente que es enviada de vuelta a Libia sufra abusos tales como tortura, violación y otras formas de violencia.
“La lógica de pasar a los países vecinos, ya sea dentro o fuera de Europa, la responsabilidad de recibir a las personas refugiadas y solicitantes de asilo es profundamente defectuosa, y no es sostenible. Los Estados miembros deben encontrar soluciones basadas en la solidaridad tanto entre ellos como con las regiones de fuera de Europa”, manifestó Iverna McGowan.
“Al referirnos a los principios fundadores de la UE de respeto por los derechos humanos y solidaridad entre los Estados miembros, esta generación de líderes europeos debe dar una solución sostenible a una de las cuestiones más acuciantes de nuestra época.”
Información complementaria
Amnistía Internacional dejó en claro que es fundamental que la reforma acordada incluya un mecanismo obligatorio de distribución, en el que la responsabilidad para con las personas solicitantes de asilo se reparta entre todos los Estados miembros. Además de ser justo, este sistema sería eficiente: al estar todos los Estados miembros implicados y no peleando por quién debe encargarse, las solicitudes de asilo se procesarían con mucha más rapidez que en la actualidad. Además, sería un sistema predecible, con lo que se evitarían las tensiones que ahora aparecen periódicamente entre los Estados miembros, en situaciones que incluyen cuando los barcos que rescatan a personas refugiadas y migrantes en el mar piden instrucciones sobre dónde desembarcarlas.
Un sistema reformado debería reforzar las normas para la reunificación de las familias. Las personas solicitantes de asilo no deben verse obligadas a viajar irregularmente dentro de la UE para reunirse con sus familias. Debe haber unas normas más estrictas que exijan a los gobiernos de los Estados miembros que investiguen proactivamente los vínculos familiares y faciliten la reunificación familiar mediante procedimientos rápidos.
Incomprensiblemente, la definición de familia en las normas actuales no se extiende a los hermanos y hermanas. Es preciso rectificar esto. El nuevo sistema debe asimismo considerar los vínculos familiares más amplios como un factor de conexión relevante. En muchos casos, los parientes son tan importantes para la vida familiar como el núcleo central y, en un contexto de desplazamiento forzado, pueden proporcionar un apoyo crucial a unas personas solicitantes de asilo normalmente traumatizadas y vulnerables.