En respuesta a la noticia de que el secretario general de la ONU, António Guterres, decidió establecer una comisión para investigar los ataques efectuados durante la ofensiva de Idlib, incluidos los que dañaron o destruyeron hospitales, Sherine Tadros, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la ONU en Nueva York, manifestó:
“El plan de abrir una investigación de la ONU sobre los ataques contra hospitales y otros edificios públicos de Idlib identificados claramente por la ONU como bienes civiles brinda la esperanza de que se identifique y se haga rendir cuentas a los autores de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
“Amnistía Internacional documentó al menos ocho ataques perpetrados en los últimos meses en Idlib contra hospitales, un banco de sangre, una unidad de respuesta de ambulancias y personal de socorro. Nuestra investigación muestra que el bombardeo de centros médicos, que es en sí mismo un crimen de guerra, se convirtió en parte de un patrón utilizado por las autoridades sirias para atacar sistemáticamente a la población civil, lo cual es también un crimen de lesa humanidad.
“Durante la ofensiva de Idlib, las autoridades sirias dieron reiteradamente muestra de un cruel desprecio por las vidas civiles, violando flagrantemente y de manera habitual el derecho internacional humanitario.
“Es esencial que en esa investigación se identifique a los autores de estos horribles ataques y se determine si se está sacando provecho de las coordenadas proporcionadas por la ONU para garantizar la protección de los centros médicos. Los resultados de la investigación deben hacerse públicos. Si en la investigación se encuentran datos que puedan ser importantes para futuras investigaciones y enjuiciamientos, deben compartirse con las entidades con capacidad para exigir responsabilidades individuales.”
En su declaración, el secretario general de la ONU anunciaron que la investigación abarcará la destrucción o daños causados en centros de la lista de supresión de conflictos y en centros apoyados por la ONU en la zona desde septiembre de 2018.
El jefe de operaciones humanitarias de la ONU, Mark Lowcock, había advertido al Consejo de Seguridad de la ONU de que con los bombardeos de Idlib se corría el riesgo de causar el peor desastre humanitario del siglo XXI.