Ante una declaración realizada por WhatsApp el martes de que se había utilizado un programa espía de la empresa israelí NSO Group contra más de cien activistas de derechos humanos, Danna Ingleton, directora adjunta sobre cuestiones tecnológicas de Amnistía Internacional, respondió:
“Estas recientes revelaciones ponen de relieve que NSO Group sigue beneficiándose del uso de sus productos espía para intimidar, seguir y castigar a decenas de defensores y defensoras de los derechos humanos en todo el mundo, como el Reino de Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y México. WhatsApp merece reconocimiento por su firme postura contra estos ataques maliciosos, incluidos sus esfuerzos para que NSO rinda cuentas ante los tribunales de justicia.
“NSO dice que sus programas espía tienen como único fin ‘prevenir la delincuencia y el terrorismo’, cuando en, realidad, se están utilizando las herramientas de vigilancia de la empresa para cometer abusos contra los derechos humanos.
“La forma más segura de impedir que los productos espía de NSO lleguen a gobiernos que van a hacer un uso indebido de ellos es revocar la licencia de exportación de la empresa. Por eso, la semana que viene, Amnistía Internacional apoyará una demanda judicial ante el Tribunal de Distrito de Tel Aviv para obligar al Ministerio de Defensa israelí a hacer precisamente eso”.
Información complementaria
El martes, WhatsApp dijo que se había utilizado un programa espía de NSO para aprovechar una vulnerabilidad de la aplicación contra alrededor de 1.400 personas, aproximadamente entre abril y mayo de 2019. Según WhatsApp, cien de estas personas eran defensores y defensoras de los derechos humanos de países de todo el mundo. Esta vulnerabilidad, que se hizo pública por primera vez en mayo, permitía que los atacantes instalaran un programa espía mediante una llamada a la persona usuaria de WhatsApp.
El próximo jueves, 7 de noviembre, el Tribunal de Distrito de Tel Aviv verá una demanda en la que se solicita que el Ministerio de Defensa israelí revoque la licencia de exportación de NSO Group. La aplicación Pegasus de esta empresa se viene empleando contra periodistas y activistas de todo el mundo, en países como Marruecos, Arabia Saudí, México y Emiratos Árabes Unidos. Una persona perteneciente a la plantilla de Amnistía Internacional fue también víctima del malware de NSO.
La demanda fue presentada por alrededor de 30 miembros y simpatizantes de Amnistía Internacional Israel y otras personas de la comunidad de derechos humanos. Amnistía Internacional presta su apoyo a estas acciones judiciales en el marco de un proyecto emprendido junto con el Instituto Bernstein de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos y Justicia Global de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva, para pedir justicia para los defensores y defensoras de los derechos humanos contra quienes se utilizan programas informáticos maliciosos.