// Amnistía Internacional insta al director ejecutivo de la Premier League (Liga inglesa de fútbol), Richard Masters, a examinar el historial de derechos humanos del príncipe heredero de Arabia Saudí.
// “A menos que se detenga a considerar seriamente la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, la Premier League corre el riesgo de pasar por presa fácil.” (Kate Allen).
En una carta se insta a su director ejecutivo, Richard Masters, a examinar el historial de derechos humanos del príncipe heredero de Arabia Saudí.
Numerosos disidentes y activistas de derechos humanos saudíes languidecen en la cárcel.
“A menos que se detenga a considerar seriamente la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, la Premier League corre el riesgo de pasar por presa fácil.” (Kate Allen).
Amnistía Internacional ha escrito al director ejecutivo de la Premier League de fútbol, Richard Masters, para plantearle sus motivos de preocupación respecto a la adquisición del club de fútbol Newcastle United por un consorcio de compradores entre los que figura el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí.
Amnistía pide a Richard Masters que tenga plenamente en cuenta la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí como parte la prueba a la que han de someterse propietarios y directivos de la Premier League.
En la carta a Masters, Kate Allen, directora de Amnistía Internacional Reino Unido, afirma que esta operación plantea “serias dudas que la Premier League ha de abordar”.
Tras señalar que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, debido a su control autoritario del país, incluido su fondo soberano, se convertiría de hecho en el “propietario efectivo” del Newcastle United, Kate Allen pregunta en su carta: “¿Cómo puede ser esto positivo para la reputación y la imagen de la Premier League?”.
Amnistía ha advertido reiteradamente que Arabia Saudí bajo el liderazgo del príncipe heredero ha emprendido un programa muy activo de “blanqueo deportivo” y otras iniciativas para alterar drásticamente la percepción internacional del país, en parte para ocultar el historial extremadamente deficiente de Arabia Saudí en materia de derechos humanos. En los últimos años, las autoridades saudíes han organizado una serie de eventos deportivos internacionales de gran resonancia, pero la adquisición del Newcastle United sería el primer paso de Arabia Saudí para hacerse con la propiedad de un club de fútbol de primer nivel.
Mientras tanto, bajo el liderazgo de Bin Salman tiene lugar una represión generalizada de los derechos humanos, en el marco de la cual se detiene, tortura y juzga a personas críticas con el gobierno y a quienes los derechos humanos, al mismo tiempo que se registra en el país un notable aumento de las ejecuciones después de juicios sin garantías.
Una de las personas sometidas actualmente a juicio y que se enfrenta a una pena de cárcel es Loujain Al-Hathloul, destacada defensora de los derechos humanos de las mujeres que fue detenida en mayo de 2018. Al-Hathloul es una de las 13 activistas de los derechos de las mujeres juzgadas ante el Tribunal Penal Especializado, un tribunal antiterrorista sin las debidas garantías que Amnistía ha calificado de “arma para silenciar sistemáticamente la disidencia”. Todas las vistas judiciales de Al-Hathloul hasta la fecha se han celebrado a puerta cerrada, y se ha impedido la asistencia de personal diplomático y periodistas.
Kate Allen, directora de Amnistía Internacional Reino Unido, ha manifestado:
“La crisis del coronavirus ha puesto ya el foco en el fútbol y en la necesidad de que dispense un trato justo a jugadores y personal empleado, y ahora existe el peligro de que la pandemia pueda ocultar la necesidad de una decisión fría, meditada y realmente ética sobre esta operación de adquisición del Newcastle.
“Todas las actividades empresariales deben precaverse contra cualquier posible relación con violaciones de derechos humanos, y el fútbol inglés no debe ser una excepción.
“No pretendemos decir en absoluto quién debe terminar dirigiendo los destinos del Newcastle United, pero si la Premier League no se detiene a considerar seriamente la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, corre el riesgo de pasar por presa fácil: una víctima complaciente de quienes tratan de blanquear a través del deporte su pésimo historial de derechos humanos.
“Estamos ante algo más que una mera transacción económica: se trata de una operación de imagen que utiliza el prestigio de la Premier League y la pasión de la afición del Newcastle United."
“Tanto si esta transacción se concreta como si no se lleva a término, pedimos a la afición y a las personas que trabajan para el Newcastle United que se informen debidamente sobre la terrible situación de los derechos humanos en Arabia Saudí y estén dispuestos a expresar su opinión al respecto."
“Como mínimo, la Premier League debe pronunciarse claramente sobre cómo se ha aplicado en este caso la prueba de propietarios y directivos, y qué evaluación se ha realizado del historial de derechos humanos de Arabia Saudí bajo el liderazgo de Mohammad bin Salman”.