En respuesta a la noticia de la muerte del doctor Abdullah al Hamid, preso de conciencia que falleció en detención en Arabia Saudí, Lynn Maalouf, directora de investigación de Amnistía Internacional para Oriente Medio, ha declarado:
“Recibimos con consternación la noticia del fallecimiento de Abdullah al Hamid mientras seguía detenido por su activismo pacífico.
[caption id="attachment_27772" align="aligncenter" width="640"] Dr Abdullah al-Hamid is a 66-year-old human rights defender, a writer and a founding member of the Saudi Civil and Political Rights Association (ACPRA). He has written numerous publications on human rights and the independence of judiciary. He was a professor of contemporary literature at al-Imam Muhammad bin Saud Islamic University in Riyadh before being dismissed for his activism. He is married and has eight children.
He was first arrested in 1993 by al-Mabahith and reportedly suffered from torture and other ill-treatment before being released, but only after signing a pledge to stop his political activism. He was rearrested a year later and almost a month after his incommunicado detention he was admitted to a hospital in Riyadh for treatment for diabetes. He was rearrested in 2004 and 2005 and sentenced to a long prison term before being released through a royal pardon, but was again arrested in 2007 and sentenced to four years in prison. His last arrest was in in March 2013 when he was sentenced to 11 years in prison.
He is a prisoner of conscience currently serving an 11-year sentence at al-Ha’ir prison in Riyadh where he has reported that he has been ill-treated.
Founded in 2009, ACPRA is one of Saudi Arabia's few independent human rights organizations and since 2011 it has borne the brunt of the state's crackdown on freedom of expression. All 11 founding members are currently either imprisoned or on trial facing imprisonment.[/caption]
“Abdullah al Hamid fue un valiente defensor de los derechos humanos en Arabia Saudí, decidido a lograr un mundo mejor para todas las personas. Expresamos nuestro pésame a sus familiares y amistades, que durante los últimos ocho años se han visto privados de su presencia por la inhumana represión del Estado."
“Como destacado activista de derechos humanos, la importante labor del doctor Abdullah al Hamid sigue teniendo repercusión en toda la región. “Él, al igual que el resto de los presos y presas de conciencia de Arabia Saudí, nunca debió haber sido encarcelado.
“Pedimos de nuevo a las autoridades saudíes que pongan de inmediato en libertad incondicional a las personas que siguen encarceladas por ejercer pacíficamente sus derechos humanos”.
Abdullah al Hamid
El doctor Abdullah al Hamid tenía 69 años y era miembro fundador de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos. Esta organización, cuyo lema es “Conoce tus derechos”, está dedicada a la promoción de los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos humanos, así como en otras normas y tratados internacionales.
Abdullah al Hamid sufría hipertensión y un médico le había dicho hace tres meses que tenía que someterse a una cirugía de corazón. Las autoridades penitenciarias lo amenazaron con cortar su comunicación con sus familiares si les hablaba de su estado de salud. Abdullah al Hamid había sufrido un ictus el 9 de abril y seguía detenido, a pesar de estar en coma en la UCI del Hospital Al Shumaisi de Riad.
Como defensor de los derechos humanos, autor y académico, había escrito numerosos textos sobre los derechos humanos y la independencia del poder judicial. Fue profesor de Literatura Contemporánea de la universidad islámica de Al Imam Muhammad bin Saud, de Riad hasta que fue destituido por su activismo. Deja esposa y ocho hijos.
Abdullah al Hamid fue objeto de reiteradas acciones judiciales por su labor pacífica desde 1993. En marzo de 2012, él y Mohammad al Qahtani, cofundador de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos, fueron detenidos e interrogados en relación con su trabajo en la Asociación y su activismo pacífico. En marzo de 2013, fueron condenados a 11 y 10 años de prisión, respectivamente, por “quebrantar la lealtad al gobernante”, “cuestionar la integridad de funcionarios públicos”, “animar a perturbar la seguridad e incitar al desorden convocando manifestaciones” e “incitar a organizaciones internacionales en contra del Reino”.