En el
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Amnistía Internacional llama a todos los sectores a asumir un compromiso de no violencia en el marco del debate sobre la ley de despenalización y legalización del aborto.
El envío por parte del Poder Ejecutivo del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo reabre el debate por la despenalización y legalización del aborto en la Argentina y merece transitarse en un contexto de escucha razonable, luego de la discusión amplia, participativa y plural que tuvo lugar hace dos años.
En el 2018, la marea verde volvió a colmar las calles con sus pañuelos y multiplicó los corazones verdes en las redes sociales, convirtiéndolos en símbolos mundiales de lucha por el aborto legal. Sin embargo, el debate por la autonomía reproductiva de las mujeres
pone una vez más de manifiesto la violencia a la que se enfrentan las defensoras de los derechos de la mujeres, adolescentes, niñas y personas con capacidad de gestar.
Conforme hemos podido documentar, uno de los aspectos más preocupantes de la violencia contra estas defensoras es su efecto disciplinador, que hace que muchas se abstengan de participar en los debates, modifiquen su conducta, autocensuren sus intervenciones o publicaciones y hasta abandonen las redes sociales, o teman salir de sus hogares mostrando el pañuelo verde. La violencia afecta el derecho de las mujeres a expresarse con igualdad, libremente y sin miedo, y deja sin voz a las personas y grupos cuyos derechos ellas defienden.
En nuestros informes,
Pañuelos Verdes y
Corazones Verdes, hemos podido comprobar cómo las agresiones durante el debate de aborto alcanzaron dimensiones preocupantes: tanto en la calle como en las redes sociales, las mujeres fueron atacadas, amenazadas, insultadas y estigmatizadas por defender el acceso al aborto.
En un
contexto en que se han publicado mensajes intimidantes anticipando una "guerra" en caso de aprobarse la legalización del aborto; escraches a funcionarios públicos; o agresiones concertadas con imágenes perturbadoras que procuran atemorizar y silenciar las voces de periodistas, comunicadoras, activistas -todas ellas defensoras de los derechos de las mujeres- A
mnistía Internacional renueva su repudio frente a hechos de violencia que vulneran la garantía de los derechos sexuales y reproductivos, la libertad de expresión y resultan inaceptables para la convivencia social.
"
Frente a una nueva escalada de ataques contra defensoras de derechos de las mujeres en Argentina, Amnistía Internacional llama a un diálogo tolerante y respetuoso del derecho a la libertad de expresión, a no ser sometidas a violencias, amenazas o agresiones contra la vida o la integridad. Los Estados tienen la responsabilidad de reconocer, prevenir y proteger a las personas defensoras de los derechos de las mujeres y garantizar que puedan llevar adelante su trabajo sin temor, en un entorno propicio y seguro. Resulta imprescindible que el Estado asegure que todas las personas puedan expresar su opinión sin miedo a sufrir violencia ni intimidación", sostuvo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Recientemente, el Presidente y la Cámara de Diputados condenaron públicamente los ataques a defensoras de derechos de las mujeres. No obstante,
es indispensable que el Estado adopte medidas efectivas para que el debate se dé en un entorno seguro y sin violencia, donde sea posible defender y promover los derechos humanos sin temor a sufrir hostigamiento, intimidación, ni represalias, evitando la demonización de quienes piensan distinto.
Argentina tiene una nueva oportunidad para generar una conversación despojada de violencias y ataques, permitiendo la circulación de todas las voces, incluyendo aquellas con las que no se acuerda.