Amnistía Internacional puede confirmar que las tropas eritreas mataron a tres personas e hirieron al menos a 19 en un ataque no provocado contra civiles en el centro de la localidad de Adwa el 12 de abril.
Según contaron testigos a Amnistía Internacional, unas tropas eritreas cruzaban la localidad, ubicada en la región de Tigré, cuando de repente abrieron fuego contra la gente que estaba en la calle principal, cerca de la estación de autobuses.
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Tres personas perdieron la vida y al menos otras 19 están en el hospital por otro ataque ilegítimo más de las tropas eritreas contra civiles en Tigré. Los ataques deliberados contra civiles están prohibidos por el derecho internacional humanitario y deben cesar”, ha manifestado Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.
“Pedimos que se lleve a cabo una investigación internacional sobre este y otros incidentes y denuncias de violaciones de derechos humanos, incluidos crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad, cometidos en el actual conflicto en Tigré”.
Según contaron seis testigos a Amnistía Internacional, a algunas de las personas heridas las llevaron al hospital de Don Bosco, en la localidad de Adwa, y a 19 las llevaron a toda prisa al hospital de referencia de Axum para que recibieran atención médica avanzada.
Teklu*, que trabaja en la estación de autobuses, dijo a Amnistía Internacional: “Los soldados eritreos que viajaban en la parte trasera de un camión militar Ural y otro camión pesado empezaron a disparar. Nos dispersamos en distintas direcciones. Yo me escondí en el alcantarillado. Sabíamos que eran soldados eritreos porque insultaban en tigriña, y los camiones pesados tenían placas de matrícula eritreas y camuflajes de las fuerzas de defensa de Eritrea. Disparaban desde la parte trasera de los camiones según iban avanzando”.
Sertse*, que también estaba cerca de la estación en el momento del incidente, contó a Amnistía Internacional: “Iba caminando desde mi comercio, que está cerca del hotel PanAfric, hacia la estación de autobuses. Los disparos empezaron inmediatamente después de que los dos camiones pasaran junto a mí. Había rickshaws en la calle y los soldados del primer camión gritaron en tigriña a sus conductores que se apartaran del camino. Luego, los soldados del segundo camión empezaron a disparar. Había mucha gente en la calle”.
Según un miembro del personal médico del Hospital Universitario y de Referencia de Axum, todas las personas que llegaron allí tenían disparos en el pecho, el estómago, las piernas y las manos, y el 13 de abril seis de ellas estaban en estado crítico. Este miembro del personal dijo que una niña estaba en shock por la pérdida de sangre, y que otros pacientes habían sufrido fractura de manos y piernas.
Solomon*, otro testigo, relató: “Los soldados eritreos llegaron en dos camiones pesados desde la zona de Adi Abun. Yo estaba en la calle justo delante de mi casa cuando empezaron los disparos, hacia las ocho de la mañana. Fue repentino, y pensé que había un enfrentamiento armado en la zona. En realidad, no había ningún enfrentamiento, sólo disparos contra transeúntes. A uno de los fallecidos lo mataron a sólo cinco metros de mi casa. Murió en el acto. Lo vi”.
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Debe haber justicia y rendición de cuentas por los crímenes de guerra y las violaciones de derechos humanos cometidos en Tigré. Este ataque y otras denuncias de violaciones de derechos humanos deben ser investigados de forma independiente e imparcial por una comisión internacional. Etiopía y Eritrea deben cooperar plenamente con esas investigaciones y garantizar reparación completa para las víctimas y sus familias”, ha manifestado Sarah Jackson.