La catastrófica situación provocada por el golpe de Estado de Myanmar es la mayor prueba a que va a someterse la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en toda su historia, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, al pedir al bloque regional que dé prioridad a la protección de los derechos humanos del pueblo myanmaro e impida que la situación degenere en una crisis de derechos humanos y humanitaria.
La organización insta también a las autoridades indonesias y los demás Estados miembros de la ASEAN a que investiguen al general en jefe Min Aung Hlaing por denuncias creíbles de responsabilidad en crímenes de lesa humanidad cometidos en Myanmar. Como Estado Parte en la Convención de la ONU contra la Tortura, Indonesia tiene la obligación jurídica de procesar o extraditar a un presunto responsable de tales crímenes si se encuentra en su territorio.
“La crisis de Myanmar provocada por las fuerzas armadas plantea a la ASEAN la mayor prueba de su historia. El acostumbrado compromiso de no injerencia del bloque no sirve de nada: esta situación no es un asunto interno de Myanmar, sino una grave crisis de derechos humanos y humanitaria, con efectos en toda la región, e incluso más allá de ella”, ha afirmado Emerlynne Gil, directora regional adjunta de Investigación de Amnistía Internacional.
“Esta crisis en que unas fuerzas armadas sanguinarias e impenitentes han sumido a Myanmar tendrá graves consecuencias –humanitarias y de otras clases– en toda la región, sobre todo si los militares pueden continuar cometiendo graves violaciones de derechos humanos y crímenes con total impunidad.
“Además, las autoridades indonesias están obligadas a investigar al general en jefe Min Aung Hlaing y a los demás mandos militares myanmaros que formen parte de la delegación enviada a Yakarta.
“Las ampliamente documentadas denuncias que han formulado contra el líder golpista myanmaro la misión de investigación de la ONU sobre Myanmar, Amnistía Internacional y otras organizaciones deben investigarse. Las autoridades indonesias y los demás Estados miembros de la ASEAN no pueden hacer caso omiso del hecho que Min Aung Hlaing es sospechoso de los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto.”
La credibilidad de la ASEAN, en juego
En una carta abierta a los Estados miembros de la ASEAN, Amnistía Internacional pone de relieve que en las semanas siguientes al golpe militar del1 febrero se ha matado en Myanmar a centenares de personas y se ha detenido a miles. Las fuerzas armadas myanmaras siguen impasibles ante los diversos llamamientos de la comunidad internacional y las organizaciones de la sociedad civil.
La economía de Myanmar está sufriendo las consecuencias y se prevé que se contraiga hasta un 20%, mientras que la subida del precio de los alimentos, las perturbaciones del sistema bancario y la disponibilidad limitada de efectivo obstaculizan las operaciones humanitarias. El Programa Mundial de Alimentos ha advertido de que hasta 3,4 millones de personas pasarán hambre en Myanmar en los próximos meses.
Las fuerzas armadas myanmaras parecen dar por sentado que puede actuar con total impunidad. La situación actual es consecuencia directa de la falta en general de medidas de la comunidad internacional, incluida la ASEAN, para hacer rendir cuentas a las fuerzas armadas de Myanmar por los crímenes cometidos en el pasado.
“Si no se detienen, las violaciones de derechos humanos de las fuerzas armadas de Myanmar darán lugar a una escalada de violencia y conflictos, que agravará la desigualdad, el hambre y el desplazamiento masivo incluso en los Estados miembros de la ASEAN, y todo ello en medio de la pandemia de COVID-19.
“Amnistía Internacional insta a la ASEAN y a sus Estados miembros a trabajar juntos y tomar de inmediato medidas para proteger al pueblo myanmaro, dando prioridad a sus derechos humanos y a la necesidad de poner fin a la impunidad”, ha explicado Emerlynne Gil.
La necesidad de poner fin a la impunidad
El 10 de marzo de 2021, tras examinar más de 50 vídeos de la represión que se está ejerciendo, Amnistía Internacional determinó que las fuerzas armadas de Myanmar vienen utilizando tácticas cada vez más letales y armas que normalmente se ven en el campo de batalla contra manifestantes pacíficos y simples transeúntes en todo el país. Muchos de los homicidios cometidos constituyen ejecuciones extrajudiciales.
En una declaración dirigida al Consejo de Derechos Humanos de la ONU el 11 de marzo de 2021, el relator especial sobre Myanmar, Tom Andrews, señaló que la represión de las protestas pacíficas desde el golpe militar probablemente alcance el umbral de los crímenes de lesa humanidad.
En 2018, Amnistía Internacional publicó un informe con numerosos datos fidedignos que implican al general en jefe Min Aung Hlaing y a otras 12 personas, cuyos nombres se citaban, en crímenes de lesa humanidad cometidos durante la limpieza étnica a la que se sometió a la población rohinyá en el norte del estado de Rajine. Miles de mujeres, hombres, niñas y niños rohinyás fueron asesinados por medios como atarlos y ejecutarlos sumariamente, disparar contra ellos cuando huían o quemarlos dentro de sus hogares. A las mujeres y las niñas las violaban en su pueblos y cuando huían a Bangladesh.
En los últimos años, Amnistía Internacional ha documentado también crímenes de guerra y otras violaciones graves de derechos humanos cometidos por las fuerzas armadas de Myanmar contra varias minorías étnicas más en los estados de Rajine, Chin, Kachin y Shan del Norte.
Amnistía Internacional continúa pidiendo a todos los Estados, en especial a los Estados miembros de la ASEAN, que ejerzan la jurisdicción universal y otras formas de competencia para investigar a cualquier persona de la que sea razonable sospechar que ha cometido crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra u otros delitos de derecho internacional en Myanmar La ASEAN no debe amparar a los presuntos responsables para que no rindan cuentas, sino que tiene que poner fin a los largos años de impunidad de las fuerza armadas de Myanmar.
“Hay indicios suficientes para sospechar razonablemente que Min Aung Hlaing es responsable de crímenes de derecho internacional, incluida tortura, y hay que ponerlo de relieve en cada oportunidad que se presente”, ha manifestado Emerlynne Gil.
“Las mortíferas operaciones llevadas a cabo por las fuerzas armadas desde el golpe militar del 1 de febrero no hacen más que magnificar la urgencia de llevar a Min Aung Hlaing y los demás presuntos responsables de crímenes ante la justicia. Las autoridades indonesias tienen la obligación de abrir una investigación contra él y deben hacerlo.”
Información complementaria
En la carta abierta que ha dirigido a la ASEAN y sus Estados miembros antes de cumbre de urgencia, Amnistía Internacional pide lo siguiente:
A la ASEAN:
- Condenar inequívocamente todas las violaciones de derechos humanos cometidas en Myanmar y continuar pidiendo que se deje en libertad a todas las personas detenidas arbitrariamente y se ponga fin al uso de medios letales contra niños y niñas, manifestantes pacíficos y simples transeúntes.
- Pedir a la Comisión Intergubernamental de Derechos Humanos de la ASEAN que elabore un enfoque común para garantizar que en todas las relaciones con Myanmar se tienen en cuenta y abordan los problemas de derechos humanos, de conformidad con lo dispuesto en el apartado 4.11 del mandato de la Comisión. Este enfoque común será adoptado por la ASEAN y orientará al organismo regional en todas sus relaciones con Myanmar, incluso con respecto a la situación en el estado de Rajine y a la represión de la oposición al golpe militar.
- Apoyar el trabajo realizado por los mecanismos internacionales independientes, la Oficina del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar para investigar las violaciones de derechos humanos cometidas en el país.
- Instar al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir la situación de Myanmar en su conjunto a la Corte Penal Internacional.
- Apoyar el llamamiento dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU para que imponga un embargo mundial y exhaustivo de armas a Myanmar.
- Apoyar el llamamiento dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU para que imponga sanciones económicas selectivas a las autoridades sospechosas de responsabilidad en crímenes de derecho internacional y graves violaciones de derechos humanos, especialmente en el contexto de la represión de la oposición al golpe militar del 1 de febrero.
A los Estados miembros de la ASEAN:
- Abstenerse de devolver a nadie a Myanmar en las circunstancias actuales, cualquiera que sea su condición en materia de inmigración, y continuar deteniendo todas las deportaciones y devoluciones hasta que la protección de los derechos humanos esté garantizada. Devolver a alguien en las circunstancias actuales constituiría un incumplimiento del principio de no devolución (non-refolulement), que forma parte del derecho de los derechos humanos consuetudinario y prohíbe devolver a una persona, cualquiera que sea su condición migratoria, a un Estado donde haya razones fundadas para creer que sufrirá a su llegada daños irreparables debido a graves violaciones de derechos humanos.
- Garantizar que las reparaciones o devoluciones de personas refugiadas que vayan a llevarse a cabo en el futuro sólo se realizan si son seguras, voluntarias, dignas y con garantías expresas de protección de los derechos humanos, incluido el derecho a la ciudadanía. Los Estados deben hacer una evaluación individual de cada persona para determinar las necesidades de protección internacional.
- Ejercer la jurisdicción universal y otras formas de competencia para investigar al general en jefe Min Aung Hlaing por la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y otros crímenes de derecho internacional en Myanmar.