Esta norma fue sancionada en 2006 con el objetivo de relevar las tierras ocupadas por las comunidades indígenas a lo largo del territorio nacional, una de las principales obligaciones que el Estado argentino contrajo al reconocer los derechos de los pueblos originarios. A su vez, la medida suspende los desalojos de las tierras ocupadas tradicionalmente por las comunidades indígenas hasta que no termine dicho registro.
El relevamiento –cuya dirección está a cargo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI)- debía realizarse en 3 años, pero la norma debió ser prorrogada en 2009, 2013 y 2017 ante la falta de avance en su cumplimiento. A 15 años de su aprobación, más de la mitad de las comunidades aún no cuentan con el relevamiento culminado. Según datos oficiales del INAI, de las 1.760 comunidades indígenas registradas en todo el país, solo 745 cuenta con el relevamiento finalizado. Es decir que, resta más del 57% de las comunidades.
Lamentablemente, los pueblos originarios son uno de los colectivos más postergados, sometidos históricamente a abusos, discriminación, violencia y desposesión de sus territorios ancestrales. Es urgente que el Congreso Nacional prorrogue la Ley 26.160 y asigne el presupuesto necesario para asegurar una ejecución eficaz y sin más demoras.
“Es fundamental que el Estado culmine el proceso de relevamiento de manera integral. La ley, tiene limitaciones evidentes, ya que no reconoce ni avanza en la titulación de tierras. Sin embargo, constituye un paso previo positivo muy importante que luego las comunidades indígenas puedan avanzar en los procesos de reivindicación y titulación comunitaria de sus territorios”, señaló Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina.
Esta es mi casa
“Esta es mi casa”, es una iniciativa que se propuso contar y compartir el valor que el territorio tiene para los pueblos originarios.
"Amnistía Internacional lanzó esta campaña en 2017, pero a 4 años, su mensaje está más vigente que nunca. Las voces de los propios líderes y lideresas indígenas, algunos de los cuales hoy ya no están con nosotros, como Israel Alegre, cuentan lo que los territorios constituyen para ellos, su propio hogar, su casa", agregó Paola García Rey.
En los videos publicados se puede acceder a las historias de las Comunidades Corralito, Arenales y El Chaguaral (Salta) representadas por Teresa, José y Hugo, quienes hablan de la importancia de sus raíces entre el ruido de las topadoras que avanzan con el desmonte.
También se narra la historia de la Federación Pilagá en Pozo del Tigre (Formosa). “La tierra ancestral es muy importante, forma parte de nuestra esencia de vida. Nosotros los indígenas formamos parte de la naturaleza. Es nuestra cosmovisión, formamos parte de la familia del árbol, porque el árbol te alimenta y te cobija”, relata Noole Cipriana Palomo, presidenta de la Federación.
Acceder a “Esta es mi casa”
Más información:
Amnistía Internacional relevó más de 300 conflictos indígenas que, pese a no ser exhaustivos, reflejan las luchas de las comunidades que reclaman el cumplimiento de sus derechos frente a gobiernos (tanto locales, como provinciales y el gobierno nacional), empresas y el Poder Judicial, que desoyen la normativa vigente.