El abogado chino de derechos humanos Yu Wensheng no debe ser sometido a intimidación o vigilancia tras soportar años de injusticia y malos tratos en prisión. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas de su liberación, prevista para esta semana.
Está previsto que la condena de Yu a cuatro años por “subvertir el poder del Estado” concluya el martes 1 de marzo, pero el gobierno chino tiene un historial de atacar a quienes defienden los derechos humanos incluso después de su excarcelación.
“Yu Wensheng nunca debería haber sido encarcelado, para empezar, pero ahora que esta injusta pena de prisión ha terminado, debe recibir auténtica libertad”, ha declarado Gwen Lee, responsable de campañas de Amnistía Internacional sobre China.
“Esto significa que el 1 de marzo le deben permitir regresar a casa con su familia en Pekín, sin enfrentarse al tipo de intimidación, vigilancia y restricciones a la libertad de circulación que el gobierno chino ha impuesto a otros defensores y defensoras de los derechos humanos al salir de prisión.”
Yu Wensheng es un destacado abogado de derechos humanos que lleva detenido desde enero de 2018, al parecer perseguido después de haber criticado al presidente chino Xi Jinping. Fue condenado en junio de 2020, tras un juicio secreto, y afirma que mientras estuvo en prisión fue torturado. También fue condenado a tres años de “privación de los derechos políticos”, un periodo que se empezará a contar después de su excarcelación.
La sentencia decía que Yu Wensheng había distorsionado y falsificado datos y había intervenido en cuestiones nacionales delicadas al aceptar entrevistas con medios de comunicación extranjeros. Las cuestiones delicadas incluían casos relativos a practicantes religiosos de Falun Gong, la represión ejercida por las autoridades contra los profesionales del derecho en 2015 y una “Carta abierta sobre enmiendas propuestas a la Constitución” que Yu escribió en 2018, justo antes de ser detenido.
En la primera reunión que le permitieron tener con su abogado, en agosto de 2020, tras más de dos años y medio detenido, Yu le contó que lo habían rociado con pulverizador de pimienta durante la detención y que en ocasiones lo obligaban a permanecer sentado en una silla de metal durante largos periodos hasta que casi se desvanecía.
También le dijo que a menudo no recibía comida suficiente, y que en verano sufría golpes de calor a causa de sus malas condiciones de reclusión.
La esposa de Yu Wensheng,
Xu Yan, ha luchado incansablemente por la liberación de su esposo, y ha hecho numerosos intentos fallidos de visitarlo en prisión.
La primera vez que consiguió visitarlo fue tres años después de la detención de Yu. Descubrió que había sido trasladado en secreto a la prisión de Nanjing e inmediatamente viajó a través del país para verlo el 5 de febrero de 2021.
Ha estado sometida a una vigilancia constante y ha sufrido un repetido acoso por parte de las autoridades chinas, que la han citado a comparecer, la han detenido y en ocasiones le han prohibido salir de su casa. El gobierno chino sigue reprimiendo a los abogados y abogadas de derechos humanos usando medidas administrativas, intimidación e incluso procesamiento.
En el pasado, las autoridades chinas han excarcelado a defensores y defensoras de los derechos humanos sólo para seguir haciéndolos blanco de ataques. Por ejemplo, el abogado de derechos humanos Jiang Tianyong fue excarcelado en 2019 tras cumplir una condena por “incitación a subvertir el poder del Estado”, pero en la práctica permanece bajo arresto domiciliario en la casa de sus padres y no puede viajar al extranjero para ver a su esposa y sus hijos, que viven fuera del país.
“Yu Wensheng es una víctima de la implacable represión ejercida por China contra la libertad de expresión, y ha sufrido enormemente en la cárcel a pesar de no haber cometido nunca ningún delito”, ha declarado Gwen Lee.
“Cualquier restricción adicional que se le imponga sólo servirá para agravar la injusticia de su encarcelamiento por motivos políticos. Ahora que su condena de prisión ha concluido, el gobierno chino debe dejarle vivir su vida y reanudar su trabajo como abogado de derechos humanos.”
Yu Wensheng es ganador del
Premio Martin Ennals 2021, un galardón anual para defensores y defensoras de los derechos humanos seleccionados por un jurado compuesto por 10 de las ONG de derechos humanos más destacadas del mundo.