Está previsto que
hoy se celebre en un tribunal marroquí la vista final de apelación del
activista de derechos humanos Omar Radi, condenado en una instancia anterior a seis años de cárcel por
violación y espionaje tras un juicio manifiestamente injusto, cuyas deficiencias volvieron a repetirse de forma similar en la apelación, tal como documentó la organización
en este detallado resumen. Amna Guellali, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha manifestado:
“El gobierno de Marruecos ha sometido a Omar Radi a años de hostigamiento, lo ha mantenido
19 meses detenido en régimen de aislamiento y lo ha procesado por espionaje en relación con su actividad periodística. El juicio de Omar del año pasado estuvo plagado de principio a fin de graves violaciones de las garantías procesales. Y en el proceso de apelación continuó la misma negación arbitraria de sus derechos de defensa.
“Todas las sentencias condenatorias impuestas a Omar Radi deben anularse, pues tienen una motivación política y violan su
derecho a la libertad de expresión. Sólo un juicio justo puede garantizar que se hace justicia tanto con Omar como con la persona que lo denunció por violación.
“Los tribunales marroquíes deben garantizar que violaciones de las debidas garantías como las documentadas por Amnistía Internacional en el caso de Omar Radi se rectifican de inmediato y dejan de ocurrir en el sistema de justicia de Marruecos.”
Información complementaria
El
19 de julio de 2021, el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca declaró a Omar Radi culpable de espionaje y violación y lo condenó a seis años de prisión. Su vista de apelación comenzó en noviembre de 2021 en el Tribunal de Apelaciones de Casablanca, y
el periodista lleva desde julio de 2020 en prisión preventiva y en régimen de aislamiento.
Durante todo el proceso judicial de Omar Radi, tanto en primera instancia como en apelación, Amnistía Internacional ha documentado varias violaciones de sus garantías procesales, como limitarle el acceso a las personas de su equipo de defensa, negar a éstas el derecho a interrogar a los testigos de la acusación, excluir a los testigos de la defensa y negarse a admitir pruebas que demuestran incongruencias en la declaración de la demandante.
“Antes de su detención, Omar Radi había sido reiteradamente acosado por las autoridades marroquíes por su labor periodística de crítica de las violaciones de derechos humanos y denuncia de la corrupción. En junio de 2020, Amnistía Internacional reveló en un
informe que las autoridades marroquíes habían sometido a vigilancia al periodista por medio de software espía de la empresa israelí
NSO Group.