Como reacción a la noticia de que un tribunal ruso ha condenado al activista Mikhail Iosilevich a un año y ocho meses en una colonia penitenciaria por cargos falsos de colaboración con lo que se califica de una organización “indeseable”, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha manifestado:
“Las autoridades rusas han añadido un nombre más a la cuenta de activistas a los que han perseguido por colaborar con lo que ellas denominan ‘organizaciones indeseables’. La legislación represiva sobre la que se sustenta la condena de Mikhail Iosilevich sólo se ha utilizado para silenciar voces disidentes. La ley es un flagrante pretexto para ejercer la represión y un ataque a la libertad de expresión”.
“Mikhail Iosilevich, reconocido activista y editor, ha enriquecido el discurso público mediante la expresión pacífica de sus opiniones y su apoyo a las iniciativas de la sociedad civil. Su activismo debería ser bienvenido en el ámbito del debate, no criminalizado. Mikhail Iosilevich no ha cometido ningún delito reconocido internacionalmente, y es un preso de conciencia. Debe ser puesto en libertad de forma inmediata e incondicional.”
Mikhail Iosilevich, reconocido activista y editor, ha enriquecido el discurso público mediante la expresión pacífica de sus opiniones y su apoyo a las iniciativas de la sociedad civil. Su activismo debería ser bienvenido en el ámbito del debate, no criminalizado.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
Información complementaria
El 27 de mayo, el Tribunal de Distrito Soviético de Nizhny Novgorod, en el centro de Rusia, condenó a Mikhail Iosilevich a un año y ocho meses en una colonia penitenciaria. Iosilevich había sido declarado culpable de colaboración con una “organización indeseable”: la ahora extinta Otkrytaya Rossiya (Rusia Abierta), un movimiento fundado por Mikhail Khodorkovsky, crítico del Kremlin. También había sido declarado culpable de amenazar a un testigo. Mikhail Iosilevich se declaró inocente de todos los cargos.
Iosilevich, activista de la sociedad civil y líder regional de los Pastafarianos (o seguidores de la iglesia del Monstruo del Espagueti Volador), había sido multado anteriormente en julio de 2019 y junio de 2020 por “llevar a cabo las actividades de una organización indeseable” después de que proporcionara una oficina a activistas de la oposición, entre quienes al parecer se encontraban personas que trabajaban con Otkrytaya Rossiya.
El 29 de septiembre de 2020 se inició una causa penal en su contra después de que proporcionara un lugar para la formación de observadores electorales. Poco después, la casa de Iosilevich y las de varios periodistas y activistas más de Nizhny Novgorod fueron registradas.