“En los últimos años el mundo está viviendo una creciente crisis de refugiados y refugiadas que no tiene precedentes. Contrarrestar estas tendencias es un enorme desafío. En el contexto actual, tras dos años de pandemia y conflictos armados, el número de personas que huyen para salvar sus vidas sigue creciendo. Los Estados deben a dar una respuesta y buscar soluciones duraderas para las personas refugiadas” dijo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Situación en el mundo
Las crisis humanitarias, como las que tienen lugar en Ucrania y Afganistán, han puesto en agenda la situación de las personas con necesidades de protección internacional. Amnistía Internacional ha documentado rechazos en frontera, desplazamiento sobre rutas peligrosas y dificultades para acceder a los sistemas de asilo en todo el mundo. Las travesías de niños y niñas centroamericanas en la frontera de México y Estados Unidos, los intentos de llegar desde Marruecos hasta Ceuta y Melilla, el éxodo de personas venezolanas en la región latinoamericana y de las condiciones en la frontera entre Lituania Bielorrusia, son algunos ejemplos de problemáticas que venimos identificando y trabajando.
Personas refugiadas en Argentina
En Argentina el gobierno ha dispuesto recientemente visados por razones humanitarias a personas afectadas por el conflicto en Ucrania. La medida permite potenciar las posibilidades reales de reunificación familiar de las personas desplazadas por la guerra al mismo tiempo que ofrece alternativas a los medios irregulares de ingreso, y a los desplazamientos peligrosos a las personas que buscan protección internacional.
A su vez, nuestro país también ha publicado un visado para personas desplazadas por desastres socioambientales en México, el Caribe y Centroamérica.
Amnistía Internacional celebra estas iniciativas y considera que deben estar acompañadas de herramientas que acompañen el proceso de integración; además, deben ser ampliadas para otras nacionalidades.
La historia de una familia que llegó desde Ucrania
Larysa Shaforostova y su hija Sofía, de 4 años, junto a Illia de 16 años, tío de la niña, emprendieron una larga travesía marcada por las dificultades para escapar de la guerra en Ucrania. Tras días sobreviviendo a bajas temperaturas, falta de alimento y ataques bélicos, la familia logró salir de ese país.
Los tres llegaron sanos y salvos a la Argentina. Aquí los esperaba parte de su familia y del equipo de Amnistía Internacional Argentina, quienes les dieron una cálida bienvenida.
La historia de una familia ucraniana
“Nuestra organización está muy orgullosa del trabajo que pudimos realizar con la familia Shaforostova, que ha demostrado tener mucha fuerza y valentía. Sin embargo, es necesario un esfuerzo conjunto de toda la sociedad y, sobre todo, de los Estados, para dar una solución estructural a las personas refugiadas”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
El Patrocinio Comunitario para la recepción de personas refugiadas
Los programas de Patrocinio Comunitario son una iniciativa que promueve la participación de la comunidad de bienvenida en el proceso de integración de las personas recién llegadas, a fin de hacerlo más llevadero. Es un proceso colaborativo entre el Estado, organizaciones civiles y la sociedad. Quienes participan se comprometen a ofrecer su tiempo, dedicación, apoyo económico y emocional para las actividades de recepción e integración de personas refugiadas.,
En Argentina, Amnistía Internacional trabaja en colaboración con la Red de Apoyo Patrocinio Comunitario, un conjunto de organizaciones vinculados con la temática que tienen por misión intercambiar experiencias, orientar y brindar información a personas u organizaciones que deseen sumarse y colaborar con este tipo de programas.
Argentina es el único país de Latinoamérica que tiene un programa en desarrollo. Amnistía Internacional llama a los Estados a incorporar este tipo de herramientas y a seguir el camino de integración con este tipo de esquemas ya iniciados en Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda, entre otros países.