Las delegaciones estatales que asistan a la Conferencia para la Recuperación de Ucrania, que se celebrará la próxima semana en Lugano (Suiza), deben mostrar su apoyo a la ciudadanía de Ucrania asegurando la disponibilidad inmediata del apoyo económico y técnico sostenible que es necesario para proteger sus derechos, ha dicho hoy Amnistía Internacional.
Durante la conferencia, que se celebrará el 4 y el 5 de julio, Ucrania presentará su plan de recuperación a sus socios internacionales, incluidas las representaciones de 40 Estados y 18 organizaciones internacionales.
La actual guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, además de causar miles de muertos y heridos entre la población ucraniana y desplazar de sus hogares a millones de personas, ha sido una catástrofe para los derechos sociales y económicos del país. Muchas personas se han quedado sin acceso adecuado a vivienda, agua y saneamiento, el desempleo se ha generalizado y se han producido graves daños ambientales por toda Ucrania.
“La comunidad internacional se reúne para estudiar la forma de contribuir a la recuperación de Ucrania, y los derechos humanos de la población ucraniana deben ser centrales en los debates. La violación de los derechos socioeconómicos de la población ucraniana ha alcanzado niveles catastróficos: hay al menos 10 millones de personas que necesitan alimentos y ayuda para subsistir, y más de la mitad de las empresas del país se han visto obligadas a cerrar, perjudicando gravemente su acceso a un nivel de vida adecuado”, ha declarado Oksana Pokalchuk, directora de Amnistía Ucrania.
“Mientras la ofensiva rusa continúa, los socios internacionales de Ucrania deben buscar soluciones innovadoras y urgentes para ayudar a los ucranianos y las ucranianas a acceder a sus derechos. Por su parte, las autoridades de Ucrania deben colaborar estrechamente con las organizaciones humanitarias y otras para resolver las deficiencias existentes en la protección de los grupos más marginados: personas con discapacidad, niños, niñas y personas de edad avanzada, y personas desplazadas o que viven en la pobreza.”
Ucrania, que era el granero de Europa, era una importante fuente de alimento básico para muchos países de Oriente Medio y África. Además de provocar una inseguridad alimentaria generalizada en el país, la guerra ha cortado el suministro de alimentos y ha hecho que se disparen los precios en muchos países de todo el mundo. También ha tenido un impacto devastador en el medio ambiente, con el empleo de enormes cantidades de combustibles fósiles, la destrucción de hábitats, los incendios forestales y la contaminación del aire, el agua y el terreno del país con sustancias tóxicas.
La comunidad internacional debe apoyar la recuperación de Ucrania proporcionando asistencia económica y técnica, con arreglo a las obligaciones de los Estados respecto a la cooperación y ayuda internacionales. Cualquier plan de reconstrucción y recuperación en Ucrania debe ser sostenible, estar adecuadamente financiado y tener como centro los derechos humanos. Inevitablemente, Ucrania necesitará asistencia internacional sostenida durante un tiempo considerable.
Los planes y la financiación para la recuperación y la reconstrucción de Ucrania deben ser coherentes con las normas de derechos humanos, lo cual quiere decir que deben ser transparentes, no discriminatorios y desarrollados en consulta con las personas afectadas y con su participación.
“La Conferencia de Lugano será una oportunidad para medir la solidaridad que la comunidad internacional afirma sentir con Ucrania”, ha afirmado Oksana Pokalchuk.
“La verdadera recuperación no será posible hasta que cese la guerra de agresión de Rusia, pero hasta entonces la comunidad internacional debe apoyar al pueblo de Ucrania proporcionando asistencia urgente para asegurar sus derechos económicos y sociales.”