Ante las conclusiones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que Rusia está estacionando fuerzas en la central nuclear de Zaporiyia, que confirman la información recibida por Amnistía Internacional en agosto, Denis Krivosheev, director adjunto para investigación de la Oficina Regional de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“Al emplazar sus fuerzas en el territorio de la central y su entorno más inmediato, Rusia es la principal responsable de las consecuencias potencialmente devastadoras de un accidente nuclear. Amnistía Internacional insta a la total desmilitarización de la central nuclear y su entorno inmediato".
“Además de los evidentes peligros que entraña la militarización de la central nuclear, un residente en la zona dijo a Amnistía que personas ucranianas, entre las que había miembros del personal a los que las fuerzas rusas consideran sospechosos de documentar sus actividades cerca de la central nuclear, han sido objeto de brutales represalias, según informes. Algunas de esas personas han sido secuestradas y torturadas en los sótanos del edificio que antes usaba el Servicio de Seguridad de Ucrania.”
En agosto, Amnistía también fue informada por una persona residente en la zona y un miembro del personal de la central nuclear de Zaporiyia de que el personal militar ruso en la central restringía los movimientos del personal y también lo sometía a registros personales intrusivos. Amnistía Internacional no pudo verificar estas preocupantes denuncias a través de otras fuentes. Sin embargo, las conclusiones del OIEA confirman la presencia de tropas rusas en la central y las restricciones a la libertad de circulación del personal.
El OIEA también ha informado de daños materiales en las instalaciones de la central nuclear derivados de las actividades militares en las inmediaciones, incluidos disparos de proyectiles. Fuentes locales de Amnistía Internacional afirmaron que los daños eran el resultado de disparos de morteros de las fuerzas rusas desde territorio ucraniano ocupado, presuntamente para culpar a las fuerzas ucranianas. Amnistía no ha podido verificar estas denuncias pero considera motivo de preocupación el hecho de que el OIEA confirme los daños derivados del disparo de proyectiles, incluso en fechas indicadas por nuestras fuentes locales.
El OIEA no ha llegado a atribuir ningún bando la responsabilidad de los disparos y ha exigido que ambas partes pongan fin a toda actividad militar de esa índole.
Información complementaria
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha publicado su informe, Nuclear Safety, Security and Safeguards in Ukraine, 2nd Summary Report by the Director General 28 April – 5 September 2022 (ukraine-2ndsummaryreport_sept2022.pdf (iaea.org)
El OIEA ha informado de que su equipo observó “la presencia de personal, vehículos y material rusos en varios lugares de la central nuclear de Zaporiyia, incluidos varios camiones militares en la planta baja de las salas de turbinas de la Unidad 1 y la Unidad 2 y vehículos militares estacionados bajo el paso elevado que conecta las unidades de reactores”. Este organismo ha pedido “el establecimiento inmediato de una zona de protección y seguridad”.