En respuesta a la decisión de Twitter de suspender las cuentas de más de una docena de periodistas de CNN, el New York Times, The Washington Post y otros medios de comunicación (periodistas a quienes el propietario de la empresa, Elon Musk, acusa de publicar información personal sobre él), Alia Al Ghussain, encargada de campañas de Amnesty Tech en Amnistía Internacional, ha declarado:
“Purgar las cuentas de periodistas que mantienen una opinión crítica constituye una amenaza a la libertad de prensa y refleja un ejemplo más, sumamente preocupante, del rumbo que está tomando Twitter. La empresa tiene la responsabilidad de garantizar que respeta todos los derechos humanos”.
“Twitter es un importante espacio de conexión. El derecho de la gente a la libertad de expresión y el derecho a difundir información no deben basarse en si a Musk le gusta o no. Esta decisión de Musk ilustra el peligro de que unas empresas tecnológicas que no rinden cuentas tengan un control total sobre las plataformas de las que dependemos para obtener noticias y otra información fundamental.”
“Recientemente, Twitter desmanteló con toda frivolidad su consejo de seguridad, lo que amenaza el bienestar de sus usuarios y usuarias. Desde que Musk tomó el control de la empresa, equipos enteros de derechos humanos y miles de contratistas independientes que trabajaban en la moderación de contenidos han sido despedidos también. Además, se ha levantado la prohibición de numerosas cuentas que anteriormente publicaban contenido abusivo.”
“Es probable que todos estos actos conduzcan a un aumento de los abusos online en la plataforma. Amnistía ha hecho hincapié en repetidas ocasiones en que los abusos y el odio en Twitter afectan desproporcionadamente a las mujeres, especialmente a las pertenecientes a comunidades marginadas.”
Información complementaria
Twitter suspendió las cuentas de más de una docena de periodistas que expresaban críticas hacia el propietario de la plataforma. Musk afirma que esos periodistas publicaban información personal sobre él.
El 13 de diciembre, Twitter disolvió repentinamente su Consejo de Confianza y Seguridad por medio de un mensaje de correo electrónico enviado al grupo momentos antes de una reunión que éste iba a mantener con representantes de la empresa.
Amnistía Internacional ha documentado repetidamente que Twitter no ha respetado los derechos de las mujeres online. La violencia y los abusos contra las mujeres han proliferado en la plataforma de redes sociales, a menudo sin apenas rendición de cuentas.