Ante las graves inundaciones y corrimientos de tierra ocurridos en Kinshasa, que se cobraron 120 vidas los días 12 y 13 de diciembre y dejaron a miles de personas sin hogar, Flavia Mwangovya, directora regional adjunta de Campañas de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos, ha declarado lo siguiente:
“Amnistía Internacional envía sus condolencias a todas las personas afectadas por las recientes inundaciones y corrimientos de tierra en Kinshasa. Resulta profundamente devastador que en República Democrática del Congo se den con frecuencia pérdidas tan trágicas de vidas humanas cuando una catástrofe natural azota el país.”
“Las autoridades de República Democrática del Congo deben prestar asistencia urgente a las personas afectadas por las inundaciones y los corrimientos de tierra, así como garantizar su acceso a alimentos, alojamiento y atención sanitaria. Además, deben tomar medidas para que Kinshasa disponga de una mejor planificación y cuente con recursos y preparación suficientes para afrontar catástrofes naturales.”
“Sabido es que el cambio climático intensifica los fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, las autoridades de República Democrática del Congo no han tomado nota de los sucesos anteriores, por lo que estas catástrofes siguen teniendo graves repercusiones mortales entre los residentes de Kinshasa.”
“El derecho a vivir en un medioambiente seguro, limpio y sostenible debe protegerse y respetarse.”
Información complementaria
Se calcula que en Kinshasa, capital de República Democrática del Congo, residen unos 15,6 millones de personas. Durante la estación lluviosa se producen inundaciones y corrimientos de tierra con frecuencia en la ciudad y el resto del país, a menudo con consecuencias devastadoras.
Diferentes personas expertas creen que las consecuencias serían mucho menos perjudiciales si Kinshasa y otras ciudades se planificaran mejor y contaran con infraestructuras adecuadas —canalización del agua incluida— y una mejor gestión de residuos. Kinshasa y otras ciudades carecen de los medios necesarios para responder rápidamente ante este tipo de catástrofes.
En la Cumbre de Líderes de Estados Unidos y África celebrada esta semana en Washington, el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, achacó las inundaciones y los corrimientos de tierra mortales sucedidos en Kinshasa en exclusiva al cambio climático.