En el 20 aniversario de la invasión y posterior ocupación de Irak, Amnistía Internacional ha renovado hoy sus llamamientos en favor de la justicia y de una reparación completa por las violaciones flagrantes de derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario perpetradas por la coalición dirigida por Estados Unidos.
Entre 2003 y 2011, Amnistía Internacional documentó la participación de las fuerzas estadounidenses en violaciones generalizadas de derechos que incluían ataques indiscriminados que causaron muertes y lesiones a civiles, detenciones secretas, traslados secretos de detenidos, desapariciones forzadas, y torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Varias personas que estuvieron detenidas han denunciado de forma creíble toda una serie de abusos en centros de detención que incluyen privación de sueño, desnudez forzada, privación de comida y agua suficientes, simulacros de ejecución y amenazas de violación.
“Hasta el día de hoy, la población iraquí sufre el impacto devastador de los crímenes de guerra y otras atrocidades perpetradas por la coalición dirigida por Estados Unidos en su invasión y posterior ocupación de Irak”, declaró Elizabeth Rghebi, directora de Incidencia para Oriente Medio y el Norte de África en Amnistía Internacional Estados Unidos.
“Veinte años después, impera la impunidad y la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas en Irak sigue siendo difícil. Estados Unidos no ha investigado adecuadamente las violaciones generalizadas de derechos humanos y los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses ni ha exigido que rindan cuentas los responsables en todos los niveles, incluidos altos cargos y mandos estadounidenses. A las víctimas de violaciones flagrantes de derechos humanos, entre las que figuran personas detenidas que sobrevivieron a la tortura y otros malos tratos en Abu Ghraib, se les niegan de forma contundente sus derechos a la justicia y a una reparación. Las víctimas iraquíes que trataron de reclamar una reparación por las violaciones de derechos humanos cometidas por Estados Unidos en los tribunales de este país se han encontrado con obstáculos sistemáticos.”
Amnistía Internacional ha instado con anterioridad al gobierno de Estados Unidos a que establezca una comisión de investigación completa e independiente sobre las políticas y prácticas de detención e interrogatorio estadounidenses en Irak, algo que, hasta la fecha, no han hecho las sucesivas administraciones de ese país.
Se han llevado a cabo algunas investigaciones que han desembocado en el enjuiciamiento de decenas de soldados, en su mayoría de rango inferior, ante un consejo de guerra en relación con abusos contra personas detenidas. Sin embargo, ningún alto cargo de la administración estadounidense ha respondido ante la justicia por crímenes perpetrados en Irak desde 2003 a pesar de que el expresidente George W. Bush y el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld reconocieron públicamente la implicación en detenciones secretas, conducta que, en virtud del derecho internacional, debería dar pie a investigaciones penales. Del mismo modo, no ha habido una rendición de cuentas penal de altos cargos británicos a pesar de las conclusiones de la Corte Penal Internacional en 2020 de que las fuerzas armadas británicas habían cometido crímenes de guerra en Irak, incluidos homicidios intencionales, torturas y violaciones.
Amnistía Internacional pide al gobierno de Estados Unidos y a los gobiernos de otros Estados de la Coalición que tomen medidas concretas para garantizar que todas las denuncias de desaparición forzada, tortura y otros malos tratos u otras graves violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por las fuerzas nacionales que integraron las fuerzas de la Coalición en Irak se investigan sin demora de forma minuciosa, transparente e independiente. Toda persona contra quien existan pruebas creíbles suficientes de responsabilidad en crímenes de derecho internacional deberá ser juzgada por un tribunal civil en actuaciones que respeten las normas internacionales sobre imparcialidad procesal. Todas las víctimas de tales violaciones de derechos humanos deberán recibir una reparación completa.
Junto con las atroces violaciones de derechos que cometieron las fuerzas estadounidenses y aliadas contra la población iraquí, las desacertadas políticas de Estados Unidos —como el proceso de “desbaasificación”, la disolución de las fuerzas de seguridad y la inyección de enormes cantidades de armas en el país— contribuyeron a crear un vacío de seguridad que permitió que la violencia sectaria se intensificara. Desde la invasión, Irak se ha visto inmerso en ciclos consecutivos de violencia y en una cultura de impunidad que la coalición dirigida por Estados Unidos, con sus políticas, contribuyó a fomentar. Este devastador legado de la invasión dirigida por Estados Unidos sigue cobrándose nuevas víctimas iraquíes a día de hoy.
Información complementaria
El 20 de marzo de 2003, una coalición dirigida por Estados Unidos invadió Irak y derrocó al gobierno de Sadam Husein. Se estableció una ocupación militar que gobernaron sucesivamente la Autoridad Provisional de la Coalición, un gobierno provisional iraquí formado en junio de 2004 y un gobierno de transición elegido en 2005. Las tropas estadounidenses se retiraron en 2011.