Con motivo del primer aniversario de la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular la sentencia de la causa Roe contra Wade, Amnistía Internacional calificó de “vergonzosa” la decisión de despojar de sus derechos a millones de personas, mujeres, niñas y demás personas con capacidad de gestar en ese país, quienes hoy enfrentan a una crisis de derechos humanos sin precedentes.
Una de cada tres mujeres y niñas en edad reproductiva viven en Estados donde ahora el aborto es totalmente o casi totalmente inaccesible. Hay falta de disponibilidad de servicios médicos, lo que obliga a las personas a viajar miles de kilómetros para acceder al aborto y se está sembrando deliberadamente el miedo para impedir el acceso a la práctica.
El fallo Roe vs Wade
Hace un año, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el histórico fallo Roe v. Wade, que habilitaba el derecho al aborto en ese país. En consecuencia, hoy los Estados que tienen la legislación más estricta presentan los peores índices de apoyo a la maternidad y tasas más altas de mortalidad materna y pobreza infantil. Por su parte, grupos antiabortistas siguen intentando criminalizar la práctica con más prohibiciones, sistemas de recompensas para denunciar a quienes buscan servicios de aborto, trabas para acceder a medicación abortiva y restricciones de información sobre el tema.
Una tendencia preocupante
A pesar de los ataques coordinados y virulentos contra los derechos humanos en Estados Unidos, la inmensa mayoría de la ciudadanía estadounidense continúa apoyando el acceso al aborto seguro y legal; y múltiples Estados añadieron nuevas protecciones. Además, hay activistas en todos los estados que siguen defendiendo sus derechos.
“Desde el sur global observamos con profunda preocupación esta tendencia. Tras años de lucha en Argentina logramos que el aborto sea legal pero los movimientos antiderechos que hacen pie en nuestro continente ponen en jaque conquistas ya alcanzadas. Nos solidarizamos con las niñas y mujeres de Estados Unidos y elevamos nuestro compromiso por la protección de los derechos humanos tanto en la región como en nuestro país”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
El aborto es un derecho humano y debe ser garantizado como cualquier otro servicio de atención de la salud. Activistas en todo el país y en todo el mundo están más decididas que nunca a luchar para que se garantice este derecho en todo el territorio de Estados Unidos.