La escalada de violencia comenzó con el lanzamiento de cohetes por Hamás contra Israel y el inicio de una operación sin precedentes de sus combatientes contra el sur de Israel. Atacar deliberadamente a civiles, llevar a cabo ataques desproporcionados y ataques indiscriminados que matan o hieren a civiles son crímenes de guerra. Los grupos armados palestinos de Gaza deben abstenerse de atacar a civiles y de utilizar armas indiscriminadas, como han hecho en el pasado, y con mayor intensidad en este caso. Estos actos equivalen a crímenes de guerra. El Ministerio de Salud israelí ha informado de al menos 500 personas muertas y de 2.000 personas heridas como resultado de los ataques de grupos armados palestinos.
En tanto, el ataque de represalia de Israel contra Gaza ha causado al menos 370 personas muertas y 2.200 personas heridas, según el Ministerio de Sanidad palestino en Gaza. Israel tiene un horrible historial de cometer impunemente crímenes de guerra en anteriores guerras contra Gaza.
Asimismo, el ejército israelí confirmó a los medios de comunicación que grupos armados palestinos habían secuestrado y tomado como rehenes a civiles israelíes y a soldados. El secuestro de civiles y la toma de rehenes están prohibidos por el derecho internacional y pueden constituir crímenes de guerra. Todos los civiles retenidos como rehenes deben ser liberados inmediatamente, sin condiciones e ilesos. Todas las personas cautivas deben recibir un trato humano, conforme al derecho internacional, y tratamiento médico.
Las fuerzas de seguridad israelíes y los grupos armados palestinos deben hacer todo lo posible por proteger la vida de los civiles en el estallido de enfrentamientos que se ha producido hoy en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, ha declarado Amnistía Internacional en medio de un creciente número de víctimas civiles.