Chris Chapman es asesor de Amnistía Internacional sobre derechos de los pueblos indígenas. En su trabajo con comunidades de todo el mundo, ha visto cómo los Estados siguen violando los derechos de los pueblos indígenas, al no hacerles partícipes de las decisiones que les afectan, más recientemente durante la pandemia de la COVID-19.
Chris se ha inspirado en las increíbles personas que ha conocido y entrevistado y en sus años de trabajo en el ámbito de los derechos humanos para escribir una guía de investigación sobre cómo evaluar si las personas han participado efectivamente en las decisiones que les afectan y han podido influir en ellas.
¿Podrías hablarme de tu papel en Amnistía y en qué consiste?
Soy investigador y asesor sobre los derechos de los pueblos indígenas. En estos momentos me estoy centrando en la conservación y las áreas protegidas y en cómo afectan a los pueblos indígenas. A menudo, las zonas protegidas se establecen en tierras que reivindican los pueblos indígenas. Por ejemplo, en la frontera entre Paraguay y Brasil se ha desalojado a un pueblo indígena para construir una presa hidroeléctrica. La empresa ha creado reservas naturales protegidas alrededor de las nuevas orillas del río, pero las poblaciones indígenas desplazadas no tienen derecho a entrar en esas reservas naturales, porque los gobiernos no habían consultado con ellas.
También apoyo a personas de Amnistía que investigan la situación de los pueblos indígenas y les ofrezco asesoramiento.
¿Hay alguna investigación que te haya impactado profundamente?
Un proyecto conjunto entre el equipo de educación en derechos humanos de Amnistía y nuestra oficina de Filipinas me sirvió de inspiración. Han trabajado con comunidades de toda Filipinas, han compartido muchos recursos sobre la realización de campañas de derechos humanos, y ahora los aplican a los problemas más importantes y acuciantes de sus comunidades. Es un gran ejemplo de cómo Amnistía puede compartir conocimientos y experiencia y empoderar a otras personas.
Otra experiencia inspiradora fue trabajar con Elias Kimaiyo, activista y líder del pueblo indígena sengwer de Kenia. Trabajamos juntos en un informe que salió en 2018. Elías nunca tuvo las oportunidades que muchos hemos tenido, pero eso no le ha detenido. Dice la verdad sobre lo que le ocurre al pueblo sengwer, ya sea a su diputado local, en Nairobi, o en Ginebra o Bruselas. Además, es un fotógrafo y realizador de vídeos increíble. Mientras redactaba la investigación, me enteré de que había estado sobre el terreno filmando al Servicio Forestal de Kenia, que estaba expulsando a su pueblo del bosque. Uno de los guardas le disparó y le provocó lesiones permanentes en el brazo. Pero él sigue trabajando.
¿Cuál es el objetivo de las nuevas directrices de investigación de Amnistía, Public participation in decision making ?
La nueva guía de Amnistía va dirigida al personal de investigación y explica cómo investigar los procesos de participación pública en la toma de decisiones. Cuando los gobiernos toman decisiones o ponen en marcha proyectos que pueden afectar a los derechos humanos de las personas, suele existir la obligación de consultar a esas personas y hacerlas partícipes de manera significativa en ese proceso.
Esta guía ofrece orientación a quienes deseen investigar estos procesos para asegurarse de que el gobierno ha cumplido plenamente con sus obligaciones. Los equipos de investigación pueden estar formados por ONG como Amnistía Internacional, por personal académico o por miembros de las propias comunidades afectadas. Se trata de ver si las cosas se están haciendo como es debido, ya sea consultando a la población sobre proyectos como la limpieza de viviendas en asentamientos informales, la construcción de una presa o la aprobación de una nueva ley que afectará a un determinado grupo de personas.
La guía de investigación es muy interesante: está muy bien presentada y va repleta de fotografías, por lo que esperamos que resulte atractiva y útil para quienes deseen utilizarla. Contiene una serie de herramientas prácticas para el personal de investigación, como listas de ejemplos de preguntas que deben formularse en una situación determinada. Por ejemplo, si se está construyendo una mina o una presa, hay una lista de control sobre la información que deben recibir las comunidades. Espero de verdad que el personal de investigación la adopte y la utilice.
¿Por qué es necesaria la guía?
Cuando el gobierno no consulta a la ciudadanía sobre cuestiones que le afectan, puede repercutir negativamente en sus derechos humanos. En algunos casos, los gobiernos se limitan a decir a la gente lo que van a hacer sin escucharla. Además, los pueblos indígenas tienen derecho al consentimiento libre, previo e informado, lo que significa que no sólo se les debe consultar, sino que la propuesta no debe seguir adelante contra su voluntad.
Según el nuevo informe de Amnistía, Qué sucede cuando no se respeta el consentimiento indígena, los Estados no consultaron a estos pueblos durante la pandemia de la COVID-19. ¿Qué impacto tuvo eso?
Durante la pandemia, los gobiernos se apresuraron a tomar medidas de emergencia con gran rapidez: cerraron las escuelas y la enseñanza pasó a impartirse por Internet. Muchas comunidades indígenas que viven en zonas rurales no tienen suficiente acceso a Internet. En algunos casos, no había suficientes dispositivos para establecer una conexión a distancia para la escolarización y los materiales no se proporcionaban en idiomas específicos.
Los gobiernos tomaron medidas para cerrar escuelas sin tener en cuenta los problemas a los que se enfrentarían los pueblos indígenas, que no estaban preparados para estos retos y no adaptaron sus políticas, lo que repercutió negativamente en la educación del alumnado. Su escolarización terminó de hecho, causando un impacto duradero.
¿Qué se siente al escuchar estas historias?
Es muy triste. A veces hablamos de que los equipos de investigación en materia de derechos humanos se vuelven un poco indiferentes porque escuchan muchos relatos y están expuestos a violaciones de los derechos humanos todos los días. Pero cuando escuchas relatos de primera mano, es obvio que te va a afectar y, si no lo hace, quizá sea el momento de buscar apoyo, ya que podría ser una señal de que has llegado al desgaste profesional.
¿Cómo se podría incluir a los pueblos indígenas en las respuestas de sus gobiernos a las emergencias?
Los pueblos indígenas de Filipinas han puesto en marcha un protocolo de respuesta ante emergencias, que contempla lo que debe hacer el gobierno en estos casos. Aunque inicialmente se diseñó para inundaciones y huracanes, podría adaptarse fácilmente a las pandemias.
El plan explica detalladamente lo que el gobierno debe hacer inmediatamente después de una catástrofe, así como numerosas iniciativas que pueden llevarse a cabo de inmediato o de forma escalonada en el tiempo. Es una gran idea y si los pueblos indígenas tienen un protocolo de este tipo, los gobiernos deberían cumplirlo, pues proporcionaría un punto de partida para saber cómo consultar sobre las respuestas a las pandemias.
Por último, ¿cómo llegaste a este ámbito de trabajo?
Siempre me interesaron los derechos humanos. Fui miembro de un grupo local de Amnistía cuando tenía veinte años y me apasionaba hacer frente a las injusticias en el mundo. Estaba viajando y trabajando en Guatemala justo cuando se habían firmado los acuerdos de paz que pusieron fin a décadas de conflicto civil. Había personas que se habían exiliado y querían volver, o se habían escondido en lugares remotos de Guatemala. Querían volver a la vida normal, pero querían que hubiera personal observador internacional en sus comunidades porque seguían sin confiar en el ejército. Así que trabajé en una comunidad de la selva tropical durante cinco meses, enseñando matemáticas y participando en las actividades de la comunidad; fue una experiencia increíble en la que la gente me contó lo que había pasado durante la guerra civil. Fue impactante y me inspiró para trabajar en el campo de los derechos humanos.
Lee la nueva guía de investigación de Amnistía
