Rusia/Ucrania: el maltrato a prisioneros ucranianos en Rusia constituye crímenes de guerra y de lesa humanidad. – Amnistía Internacional Argentina | Defendemos los derechos humanos

Rusia/Ucrania: el maltrato a prisioneros ucranianos en Rusia constituye crímenes de guerra y de lesa humanidad.


OME3065-1468x710

Las autoridades rusas han sometido a prisioneros de guerra y personas civiles cautivas a tortura, detención prolongada en régimen de incomunicación, desaparición forzada y otros tratos inhumanos que constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, ha afirmado hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe.

El informe A Deafening Silence: Ukrainians held incommunicado, forcibly disappeared and tortured in Russian captivity documenta cómo se está aislando deliberadamente del mundo, a menudo durante años, a prisioneros de guerra y civiles ucranianos bajo cautiverio ruso desde febrero de 2022. La falta de transparencia sobre su paradero ha permitido que su tortura y otros malos tratos bajo custodia, e incluso los homicidios ilícitos de prisioneros de guerra, continúen con total impunidad.

“La detención sistémica en régimen de incomunicación a la que Rusia somete a prisioneros de guerra y civiles ucranianos refleja una política deliberada dirigida a deshumanizar a estas personas y silenciarlas, lo que deja a sus familiares en una situación de angustia mientras esperan noticias de sus seres queridos”, ha declarado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

“La tortura se inflige en una situación de asilamiento total del mundo exterior, y las víctimas están totalmente a merced de sus captores para sobrevivir. No se trata de una serie de incidentes aislados, es una política sistemática que vulnera todos los principios del derecho internacional.”

El informe de Amnistía Internacional se basa en las entrevistas realizadas entre enero y noviembre de 2024 en Ucrania a 104 personas, a saber, cinco ex prisioneros de guerra ucranianos, 38 familiares de prisioneros de guerra, 23 familiares de personas ucranianas “desparecidas en circunstancias especiales”, 28 personas civiles que habían estado detenidas y familiares suyos, y 10 prisioneros de guerra rusos detenidos actualmente en Ucrania.

La oscuridad de no saber


Aunque se desconoce la cifra exacta, es probable que miles de personas ucranianas, tanto militares como civiles, estén actualmente cautivas en Rusia y en la Ucrania ocupada.

La mayoría de los prisioneros de guerra están recluidos en régimen de incomunicación, y sus familiares reciben poca o ninguna información sobre su suerte, situación o paradero.

Al mismo tiempo, las autoridades rusas han negado a las organizaciones internacionales el acceso a estas personas, en el marco de una política deliberada que consiste en poner a los prisioneros de guerra fuera del alcance de la protección del derecho internacional. La detención prolongada en régimen de incomunicación puede constituir trato inhumano.

Olena Kolesnyk, cuyo esposo Serhii fue capturado en julio de 2024, dijo que la poca información que tenía sobre su paradero no era oficial y no estaba confirmada. “No sé dónde buscar a mi esposo ni dónde enviarle cartas. Esta oscuridad de no saber me está matando”, contó a Amnistía Internacional.

Las personas desaparecidas


Las autoridades ucranianas consideran “desaparecidas en circunstancias especiales” a decenas de miles de personas ucranianas. Es probable que muchas se encuentren detenidas, y otras pueden haber muerto. En algunos casos, Rusia ha admitido el cautiverio de prisioneros de guerra concretos mediante una notificación al Comité Internacional de la Cruz Roja, como exige el derecho internacional. Con todo, es probable que Rusia no haya notificado la situación de otros centenares o incluso miles de prisioneros de guerra.

El esposo de Khrystyna Makarchuk, Volodymyr, apareció en la televisión rusa describiendo cómo había sido capturado. Asimismo, un prisionero de guerra liberado que conocía personalmente a Volodymyr confirmó a la familia de éste que estaba cautivo. Sin embargo, Rusia todavía no ha confirmado su detención. El hecho de que Rusia no reconozca la detención de personas como el esposo de Khrystyna Makarchuk constituye desaparición forzada.

También se cree que un número considerable de las personas posiblemente sometidas a desaparición forzada son civiles. Rusia tiene un largo historial de empleo de la detención arbitraria, la tortura y la desaparición forzada para intimidar a la población civil en las zonas que están bajo control ruso. Tales actos constituyen crímenes de lesa humanidad

Tortura sistemática y negación de atención médica


Amnistía Internacional ha documentado relatos estremecedores de tortura y negación de atención médica bajo cautividad rusa.

“Empezaron a torturarme inmediatamente. Me propinaron golpes con armas paralizantes, esas porras especiales. Fue muy doloroso. Vi cómo los muchachos comenzaban a morir después de eso. Sencillamente sus corazones no podían soportarlo más”, contó Volodymyr Shevchenko, ex prisionero de guerra que pasó dos años cautivo de Rusia.

Serhii Koroma, ex prisionero de guerra ucraniano herido de gravedad tras ser capturado, denunció que sólo le habían dado un antiséptico tópico en una ocasión y que lo habían dejado allí para que se curara o muriera.

Violación de las leyes de la guerra


Las acciones de Rusia vulneran de manera flagrante los Convenios de Ginebra, que otorgan a los prisioneros de guerra el derecho a correspondencia regular, a atención médica y a visitas de organizaciones internacionales.

Amnistía Internacional pide a Rusia que ponga fin a su campaña de tortura, desaparición forzada y detención en régimen de incomunicación contra personas ucranianas cautivas. Las autoridades rusas también deben notificar a las autoridades pertinentes la situación de todos sus prisioneros de guerra y permitir a las organizaciones humanitarias internacionales acceder a ellos sin trabas. Rusia también debe garantizar que se proporciona atención médica adecuada a todas las personas ucranianas cautivas y que se repatría directamente a los prisioneros de guerra enfermos y heridos, incluso a través del establecimiento de comisiones médicas mixtas. La personas civiles detenidas de manera ilícita deben ser puestas en libertad.

“La comunidad internacional debe usar toda su influencia y las herramientas de las que dispone —incluida la jurisdicción universal— contra Rusia para que ponga fin a estos crímenes de derecho internacional horrendos, y garantizar la rendición de cuentas”, ha declarado Agnès Callamard. “Sin justicia, el sufrimiento de los prisioneros de guerra ucranianos, de la población civil y de sus familias no hará sino agravarse”.

 

Publicado el

COLABORÁ

Me gustaría ayudar y donar hoy

Gracias al aporte de personas como vos, Amnistía Internacional trabaja con absoluta independencia. Tu aporte nos permite continuar exigiendo el respeto de los derechos humanos en todo el mundo.

Noticias Relacionadas

¿Cómo quieres que se usen las cookies en este sitio? Hemos descargado cookies en tu equipo para facilitarte el uso de este sitio web. Puedes utilizar esta herramienta para cambiar la configuración de las cookies. Si no la cambias, entenderemos que accedes a continuar.
ACEPTO
NO USAR COOKIES