Sólo una de cada tres personas en la Argentina confía en que no será torturada en caso de que fuera detenida. Así lo revela una encuesta realizada por Amnistía Internacional, en el marco de un informe sobre actitudes contra la tortura a nivel global.
Cuando se presentó la afirmación “si las autoridades de mi país me detuvieran, tengo confianza en que estaría a salvo de tortura”, un 34% estuvo de acuerdo, mientras que el 49% estuvo en desacuerdo. El 17% restante eligió la opción no sabe/no contesta.
La encuesta fue realizada en la Argentina y en otros 20 países de todos los continentes, como parte de la campaña Basta de Tortura, que Amnistía Internacional está lanzando hoy en todo el mundo. El porcentaje de personas en Argentina que confía en que, de ser detenido, no sería torturado es más bajo que la media global, que es del 48%.
La encuesta se realizó en la Argentina entre el 17 y el 27 de enero de 2014 y fueron entrevistadas 1012 personas. En general, el miedo a la tortura es muy alto en América Latina. En Brasil, solo un 18% expresó confianza en que no sería torturado en el sistema carcelario; el 21% en México y el 35% en Perú. El estudio, de todas maneras, revela que el miedo a la tortura existe en todos los países, ya que cerca de la mitad de los encuestados a nivel global (44%) temen ser torturados en caso de ser detenidos. Las excepciones son Australia y Gran Bretaña. En el total de los 21 países se entrevistaron 21.221 personas entre diciembre de 2013 y abril de 2014, personalmente o por teléfono.
“Durante los últimos cinco años, Amnistía Internacional denunció torturas en 141 países, casi todos en los que tiene oficinas. Si bien en la mayoría de los países la tortura está prohibida en las normas, en la práctica se tolera. Se percibe cierta ineficiencia de parte de los poderes del estado para investigar las denuncias contra sus propios agentes que abusan de su poder contra detenidos indefensos o por razones de seguridad nacional”, dijo Mariela Belski, directora ejecutiva de la organización de derechos humanos en la Argentina.
“Los resultados de la encuesta son sorprendentes. Sólo la tercera parte de quienes viven en la Argentina se sienten seguros de que no serán torturados en caso de ser detenidos. El mes pasado el Gobierno reglamentó el Mecanismo Nacional contra la Tortura, que había sido aprobado por el Congreso en 2012. Hasta ahora los gobiernos han sido incapaces de desarrollar políticas públicas destinadas a investigar casos de tortura en centros de detención eficaces y de largo plazo”.
En el estudio también se plantearon otras dos cuestiones. Un 15% de los entrevistados en la Argentina se mostró de acuerdo con que la tortura es a veces necesaria y aceptable para obtener información que sirva para proteger a la población. Esta proporción es sensiblemente más baja que la global, ya que un 36% de las personas consultadas en el total de los 21 países consideraron que la tortura puede justificarse en algunos casos. En China e India la justificación de la tortura para obtener información es muy alta: alcanza al 74% de los consultados.
El otro punto se refirió a la necesidad de que existan normas internacionales claras contra la tortura. En la Argentina, un 72% de los consultados acordó con esta afirmación, contra un 82% que lo hizo en todo el mundo.
Desde 1984, 155 Estados ratificaron la Convención contra la Tortura de las Naciones Unidas. Pero Amnistía Internacional observó que al menos 79 de ellos siguen torturando en 2014. Otros 32 Estados miembros de la ONU no adoptaron la Convención. Amnistía Internacional pide a los gobiernos que establezcan mecanismos de protección para prevenir y castigar la tortura, como exámenes médicos adecuados, acceso rápido a los abogados, controles independientes en los centros de detención, investigaciones independientes y efectivas de las denuncias de tortura, procesamientos de los presuntos autores y reparaciones adecuadas a las víctimas.
Si desean acceder a la encuesta completa pueden hacer click en el siguiente link http://www.amnistia.org.ar/sites/default/files/encuestaT.pdf