Los nuevos cargos de “vandalismo” formulados contra los miembros de la tripulación del
Artic Sunrise de Greenpeace participantes en la protesta organizada el mes pasado en aguas rusas son inapropiados y deben retirarse, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
En una declaración hecha el miércoles, el Comité Federal de Investigaciones de Rusia dijo que iba a retirar los cargos de piratería presentados en un principio contra los activistas para sustituirlos por otros de “vandalismo”. La pena máxima prevista en la legislación rusa son siete años de prisión.
Según el Código Penal ruso, sólo pueden presentarse cargos de vandalismo contra quienes utilicen
armas para cometer infracciones graves del orden público por
motivos de odio a un determinado grupo social, religioso, étnico o racial.
“Los cargos de piratería presentados en un principio en este acaso eran manifiestamente absurdos, pero los nuevos no son mejores –ha señalado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central–. El vandalismo es un delito grave en Rusia, y no debe procesarse por algo así a ninguna personas participante en una protesta pacífica.”
El año pasado las integrantes de la banda punk rusa Pussy Riot también fueron acusadas y condenadas por el cargo de “vandalismo”. Amnistía Internacional hizo campaña contra la aplicación del cargo en este caso y considera a dos de las mujeres, que cumplen una condena de dos años de prisión en un campo de trabajo, presas de conciencia.
“Hay un motivo oculto tras los reiterados intentos de las autoridades rusas de presentar cargos penales cuando, según la legislación rusa, sólo cabe imputar faltas administrativas a los activistas de Greenpeace detenidos: quieren indicar de manera contundente que no van a tolerarse las protestas ni siquiera si son pacificas y que toda infracción se castigará con severas penas por pequeña sea”.