El gobierno chino debe retirar todos los cargos presentados contra cada una de las cinco activistas que salieron en libertad bajo fianza a última hora del lunes. Las cinco mujeres –Wei Tingting, Wang Man, Wu Rongrong, Li Tingting y Zheng Churan– detenidas el 7 de marzo por el plan de conmemorar el Día Internacional de la Mujer lanzando una campaña contra el acoso sexual.
“La decisión de liberar a las cinco mujeres es valiente y supone un avance", dijo Amnistía Internacional. "Las autoridades no deben quedarse ahí, sino retirar todos los cargos formulados contra las mujeres y las restricciones que les han impuesto."
Las cinco jóvenes activistas pertenecen al Grupo de Acción de China en Favor de los Derechos de las Mujeres. Habían elaborado pegatinas con el lema "Stop al acoso sexual, mantengámonos seguras" y "¡Policías, detengan a los acosadores sexuales!", que tenían previsto repartir el Día Internacional de la Mujer.
La policía había detenido a las cinco por el cargo de “provocar peleas y crear problemas”, que conlleva una pena máxima de cinco años de cárcel. Más tarde recomendó a la fiscalía que lo cambiara por el de "alterar el orden público en un lugar público", delito potencialmente menor.
Según el derecho chino, los acusados que quedan en libertad "bajo fianza en espera de juicio" pueden ver retirados los cargos en su contra si no vuelven a cometer infracciones, pero es habitual que queden sometidos a estrecha vigilancia.
Las personas que actúan en defensa de los derechos de las mujeres deberían tener libertad para promover los derechos humanos sin miedo a sufrir intimidación y la amenaza de ser detenidas. Sin embargo, la realidad actual es que se vigila, acosa y reprime sistemáticamente a los activistas de los derechos humanos.