Manaos, capital del estado de Amazonas, se enfrenta a una crisis de salud debido a un fuerte aumento de contagios de COVID-19, unido a lo que el personal sanitario, los medios de comunicación y autoridades estatales han calificado de falta crítica de oxígeno para tratar a pacientes actualmente hospitalizados. Otras ciudades y estados cercanos podrían correr también el riesgo de enfrentarse a una situación similar. A pesar de un suministro inicial de oxígeno por parte del gobierno federal, las autoridades deben asegurar el suministro continuado tanto de oxígeno como de otros equipos necesarios para garantizar el derecho a la salud de la población de Manaos.

 

Manaos es una ciudad de dos millones de personas, y la séptima más grande de Brasil. Con más de 1.500 personas hospitalizadas por COVID-19 en la ciudad en estos momentos, y miles más contagiadas, Manaos es actualmente uno de los puntos críticos del mundo en lo que se refiere a la COVID-19. Mientras las hospitalizaciones baten récords, los centros de salud se han quedado sin oxígeno. El 15 de enero, los medios de comunicación internacionales informaron de que las fuerzas aéreas brasileñas habían hecho una entrega de emergencia de oxígeno en la ciudad, pero eso no basta para superar la crisis. El estado se está viendo obligado a enviar pacientes a otros estados. Los cementerios están llenos, y se han ampliado las horas para el entierro de cadáveres. Para intentar detener la propagación del virus, el gobierno estatal decidió prohibir la circulación de personas entre las siete de la tarde y las seis de la mañana en Manaos. Desde que comenzó la pandemia, unas 6.000 personas han muerto en el estado de Amazonas, la mayoría en la capital, Manaos.

Publicado el 22 de enero de 2021