El juez de primera instancia volvió a expedirse ya que así está previsto en el código procesal brasileño con el recurso denominado “embargo”. A partir de ahora se abre instancia de apelación. La querella de Thelma y la fiscalía van a presentar sus recursos en los próximos quince días y esa apelación deberá ser resuelta por la segunda instancia, el Tribunal Regional Federal de San Pablo.
El juez reconoció que había cometido un error y que la ley aplicable era distinta a la que él había utilizado, por lo que los hechos que involucraron la introducción de dedos en vagina y la práctica de sexo oral no consentidos no se encontraban prescriptos.
Respecto del contenido de este nuevo pronunciamiento, el juez insiste con la duda que lo llevó a disponer la absolución del acusado, ignorando los principales estándares internacionales de derechos humanos vinculados con la investigación de casos de violencia sexual.
El juez indica que no le alcanzan los testimonios ni los múltiples peritajes psicológicos y psiquiátricos para emitir una condena cuando, justamente, esos elementos constituyen la evidencia principal para juzgar este tipo de casos, junto con el relato de la víctima. Esto pone en evidencia la incapacidad de la justicia para investigar delitos de abuso sexual, que ocurren justamente en soledad, ocultos y muchas veces al amparo de la intimidad del hogar.
Una vez más, reafirmamos, el poder judicial debe hacerse cargo de la demanda de justicia, respetar los tiempos de las víctimas y los estándares internacionales para garantizar la condena a quienes ejercen violencia sexual contra niñas, adolescentes y mujeres adultas.
