Tal ha sido el caso de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue asesinada, en custodia, luego de ser detenida por la “policía de la moral” en Irán por no cumplir con las leyes discriminatorias sobre el uso obligatorio del velo. Estas leyes no solo perpetúan la violencia contra las mujeres y niñas, sino que además las despoja de su libertad de decidir y su autonomía corporal. Según el Código Penal de Irán, las mujeres y las niñas a partir de tan sólo nueve años pueden ser castigadas con penas de prisión, azotes o multas por dejarse ver en público sin hiyab.
La necesidad urgente de visibilizar esta terrible realidad a la que se enfrentan las mujeres y niñas se puso de manifiesto con el asesinato de Mahsa el 16 de septiembre pasado, pero también con la violencia con la que las fuerzas de seguridad iraníes continúan reprimiendo las protestas pacíficas que se desencadenaron a partir de su muerte y que han sido apoyadas por miles de personas alrededor del mundo.
"Pasaron 60 días del asesinato de Mahsa en Irán y la tragedia se acrecentó aún más con los cientos de muertes en contexto de protestas en ese país. Las autoridades iraníes han mostrado reiteradamente un profundo desprecio por la inviolabilidad de la vida humana. La violencia que las fuerzas de seguridad están desplegando es resultado de la impunidad sistemática y de la respuesta decepcionante de la comunidad internacional. Por eso desde Argentina seguimos dando visibilidad al tema. Luchamos para que todas las personas puedan gozar de sus derechos y vivir en paz, sin importar en qué parte del mundo vivan", declaró Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Protestas
Las actuales protestas en Irán, que incluyen demandas de cambios políticos y sociales fundamentales para la protección y la realización de los derechos humanos, continúan siendo violentamente reprimidas. Amnistía Internacional ya ha revelado que el máximo órgano militar de Irán ordenó a las fuerzas armadas que “reprimieran con severidad” a las personas que salieron a las calles a manifestarse. De hecho, ayer se conoció que la justicia de Irán sentenció a muerte a una persona acusada de participar de "disturbios".
La organización también ha documentado repetidamente el uso generalizado e injustificado de fuerza letal y armas de fuego por las fuerzas de seguridad iraníes con intención de matar a manifestantes. Desde que comenzaron las protestas el 16 de septiembre, las autoridades iraníes mataron al menos a 326 personas, entre ellas 43 menores, según la última actualización de la organización Iran Human Rights.
Libertad de decidir
Los Estados no deben imponer requisitos para que las mujeres se vistan o no de una forma determinada, y deben protegerlas de esa imposición por parte de terceros. Esto se aplica tanto si las mujeres son obligadas a llevar un velo, ya sea por el Estado o por agentes no estatales, como si se les prohíbe por ley llevarlo.
La coacción por parte de agentes estatales o no estatales para garantizar que se cumplan las normas de vestimenta viola el derecho de las mujeres a la libertad de expresión y a la libertad de religión o creencia. Todas las personas tenemos derecho a expresar nuestras creencias, convicciones personales o nuestra identidad eligiendo la forma de vestir.
Por ello, Amnistía Internacional espera que la campaña “La silueta del crimen” sirva para visibilizar lo que está pasando en Irán y seguir luchando para cambiar la realidad de millones de mujeres y niñas que padecen un estricto control sobre sus cuerpos por parte del Estado. Las mujeres en todo el mundo deben ser libres de decidir cómo vestir y salir a la calle sin miedo a sufrir represalias.
¡Firmá!
Información complementaria
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció una sesión especial el 24 de noviembre para debatir "el deterioro de los derechos humanos en Irán”. La sesión especial fue solicitada por Alemania e Islandia y tiene apoyo de 17 de los 47 países miembros del Consejo, entre ellos Argentina.
Amnistía Internacional insta al Consejo a que, en el marco de la sesión especial, establezca un mecanismo independiente para investigar y garantizar la rendición de cuentas por los graves crímenes de derecho internacional cometidos en Irán. Este mecanismo es fundamental para complementar el actual mandato del Relator Especial sobre Irán y responder adecuadamente a la escala y gravedad de las violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en ese país.