Ante el atentado con explosivos contra el instituto de secundaria Sayed-ul-Shuhada, en Kabul Occidental, el sábado por la tarde, en el que murieron al menos 85 personas y al menos 150 resultaron heridas; y el atentado con explosivos contra un autobús en la provincia de Zabul el domingo por la noche en el que, según informes, murieron 11 personas y decenas fueron heridas, Samira Hamidi, responsable de campañas de Amnistía Internacional para Asia Meridional, ha declarado:
“Las terribles escenas en Kabul Occidental y la provincia de Zabul deben servir de llamada de atención para el mundo. Estos incalificables crímenes ponen brutalmente de relieve la inacción de las autoridades a la hora de proteger a la población civil, especialmente a las niñas y a los grupos minoritarios. Se asesina a gente todas las semanas y el derramamiento de sangre no parece disminuir”.
“Ahora no es el momento de que la comunidad internacional vuelva la espalda a Afganistán. Los ataques contra la población civil, especialmente contra niños y niñas y contra centros de enseñanza, son un crimen de guerra y una violación del derecho internacional humanitario. Todas las partes en las negociaciones de paz deben esforzarse al máximo para proteger a la población civil, defender los derechos humanos para todas la personas y acabar con la impunidad por estos crímenes.”