En respuesta a la decisión del
Tribunal Regional Superior de Coblenza, Alemania, que ha condenado al agente de seguridad sirio Eyad al-Gharib a cuatro años y medio de prisión por su papel como cómplice en la tortura de manifestantes detenidos en Damasco, Lynn Maalouf, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:
“
La histórica sentencia dictada hoy —la primera de este tipo por crímenes de derecho internacional cometidos por un agente gubernamental sirio— es una victoria rotunda para las decenas de miles de supervivientes de tortura y víctimas de desaparición forzada en Siria, así como para las organizaciones internacionales de derechos humanos y las organizaciones dedicadas a los litigios que juntas, durante años, han luchado incansablemente por la verdad y la justicia. Estas organizaciones ayudaron a garantizar que los crímenes se documentaban y que se reunían los expedientes legales para el procesamiento. Sin ellas, este juicio no habría sido posible”.
“También transmite al gobierno sirio un claro mensaje de que los responsables de violaciones terribles de derechos humanos comparecerán ante la justicia. Esta sentencia se ha producido casi 10 años después de que comenzaran las primeras manifestaciones pacíficas en Siria, unos años durante los cuales el Estado desplegó su maquinaria de crueldad contra su propio pueblo, en sus centros de detención y prisiones.”
“Durante estos 10 años, la comunidad internacional ha eludido sistemáticamente emprender acciones concretas ante las atroces violaciones de derechos humanos y hacer rendir cuentas a los responsables.”
“Pedimos que más Estados sigan el ejemplo de Alemania e investiguen y procesen en sus tribunales nacionales, bajo el principio de la ‘jurisdicción universal’, a individuos sospechosos de haber cometido crímenes de guerra u otros crímenes de derecho internacional en Siria. También reiteramos nuestro llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que remita urgentemente la situación de Siria a la Corte Penal Internacional con el fin de garantizar que los perpetradores de todas las partes del conflicto —incluidos los ‘máximos responsables’ (mandos y oficiales de alta graduación)— se enfrentan a la justicia.”
Información complementaria
En febrero de 2020, Anwar Raslan y Eyad al-Gharib, ex agentes sirios, fueron detenidos por la policía alemana y francesa. Ambos fueron acusados de crímenes de lesa humanidad por la tortura de detenidos recluidos en la sección 251 de los Servicios de Seguridad del Estado, conocida también como Al Khatib, en Damasco.
Durante un decenio, Amnistía Internacional ha documentado el uso sistemático de la tortura y otros malos tratos en lugares de detención de Siria, incluido Al Khatib. Estas violaciones de derechos humanos, cometidas en el contexto del conflicto armado, constituyen crímenes de guerra y, puesto que forman parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil, son crímenes de lesa humanidad.