9 de agosto, Día Internacional de los Derechos de los Pueblos Indígenas
Intentos de asesinato y de secuestro, intimidaciones, agresiones y discriminación son algunos de los muchos abusos que sufren en Argentina y en toda América los pueblos indígenas por el simple hecho de reclamar por sus derechos humanos. Así lo explica Amnistía Internacional en el informe titulado La larga lucha de los pueblos indígenas de América en defensa de sus derechos, difundido en la víspera de un nuevo 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas. El informe pone de relieve las numerosas desigualdades y violaciones de derechos humanos que sufren los pueblos originarios en todo el continente.
En el documento se indica que, en el continente americano, los pueblos indígenas sufren de forma desproporcionada pobreza, pago de salarios insuficientes, bajos niveles de educación, reducida esperanza de vida, elevada mortalidad materna e infantil y falta de acceso a saneamiento y agua potable. A comunidades enteras se les niega el acceso a sus tierras ancestrales, mientras que otras son sometidas a represión violenta y a abusos por manifestarse pacíficamente en demanda de sus derechos humanos. A causa de la discriminación histórica, los pueblos indígenas se han visto más excluidos, marginados y apartados de los procesos de toma de decisiones que otros grupos.
Las consecuencias de este contexto de exclusión son, con frecuencia, más graves para las mujeres indígenas, ya que éstas soportan la doble carga de la opresión de género y discriminación. El 22 de enero de este año la Fiscalía de Lima cerró los casos de más de 2.000 mujeres indígenas y campesinas pobres, a quienes las autoridades estatales esterilizaron sin su consentimiento pleno e informado en la década de 1990.
La organización documenta casos de agresiones físicas y actos de intimidación cometidos contra comunidades indígenas y sus líderes en los últimos doce meses. En Argentina, por ejemplo, la comunidad La Primavera (Potae Napocna Navogoh), de la provincia de Formosa, sigue esperando el reconocimiento legal de sus tierras ancestrales. La comunidad harechazado el proceso de demarcación de tierras que realizaron los Estados nacional y provincial, alegando que no se ha respetado su derecho a ser consultada para recibir su consentimiento previo, libre e informado.
Otro caso es el de la comunidad india quilmes, en Tucumán, que sufrió un violento ataque en marzo de 2014, cuando personas con armas de fuego, bates y cadenas agredieron y dispararon a los indígenas. Se centraron en particular en un dirigente, Sergio Condorí, quien resultó gravemente herido y tuvo que ser hospitalizado. Otros siete también resultaron heridos. Hasta la fecha, no se ha procesado a nadie por el ataque. Los atacantes tomaron la “Ciudad sagrada”, un lugar con valor arqueológico. La comunidad ha recurrido al sistema nacional de justicia y sigue intentando recuperar esa parte importante de su territorio.
”Los gobiernos de la región deben garantizar las condiciones necesarias para que los indígenas puedan defender pacíficamente sus derechos sin temor a sufrir represalias y para que los responsables por actos de violencia contra defensores de los derechos humanos indígenas sean puestos a disposición de la justicia”, indicó Mariela Belski, Directora de Amnistía Internacional Argentina.
Amnistía Internacional, a través de su informe, busca exponer a los gobiernos de América y los llama a promover legislación adecuada y crear la infraestructura necesaria para que se erradique la violencia y pobreza y se garantice que los pueblos indígenas pueden disfrutar de su derecho a la tierra, la alimentación, la educación, la salud y la vida.