La liberación de un destacado líder de oposición venezolano encarcelado injustamente por su trabajo en derechos humanos debe marcar un cambio profundo en el trato por parte del gobierno a la disidencia.
Rosmit Mantilla, miembro del Parlamento, activista de derechos humanos y preso de conciencia fue liberado después de haber pasado más de dos años detenido en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional en Caracas, a la espera de un juicio.
“Esta es una muy buena noticia para la comunidad internacional en general y para Venezuela en particular. Esta liberación debería ser el puntapié para que Venezuela no tenga más en prisión a todos los activistas sociales y líderes políticos cuyo único 'crimen' es no estar de acuerdo con el Gobierno”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Rosmit Mantilla es un activista por los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexo (LGBTI) y es miembro del partido de oposición Voluntad Popular.
Mantilla había sido acusado de recibir dinero para financiar protestas anti-gubernamentales que tuvieron lugar entre febrero y julio de 2014. La única evidencia en su contra parece ser un testimonio anónimo.