Amnistía Internacional celebra que el Poder Legislativo tuviera en cuenta las sugerencias de la sociedad civil y haya suspendido el proceso sin participación de designación del Defensor del Pueblo de la Nación.
Hace más de ocho años que las organizaciones de la sociedad civil reclaman la selección de un Defensor del Pueblo mediante un proceso participativo y transparente.
El mes pasado, Amnistía Internacional envió una carta al Congreso de la Nación, manifestando su preocupación ante los recientes (y ahora suspendidos) avances en el procedimiento de designación del Defensor del Pueblo de la Nación.
Para la designación del Defensor del Pueblo
Amnistía Internacional -junto a diversas organizaciones de la sociedad civil- considera fundamental tener en cuenta los estándares de transparencia y participación en el proceso de designación de Defensor del Pueblo.
- A partir de una lectura armónica de nuestra propia Constitución Nacional, se exige que su titular sea una persona con idoneidad técnica y moral, con trayectoria en la defensa de derechos, y que cuente con independencia. Por ello, es necesario establecer un procedimiento participativo, abierto y transparente para que quien resulte seleccionado sea el mejor candidato posible.
- Un gran número de organizaciones presentaron en varias oportunidades ante el Congreso de la Nación una iniciativa para reglamentar un proceso participativo. La propuesta no fue escuchada.
- El procedimiento de designación de un/a Defensor/a del Pueblo debe asegurar la efectiva participación informada de la ciudadanía.
- Asimismo, la eventual designación de un Defensor que no reúna requisitos fundamentales como una extensa trayectoria en la defensa de los derechos humanos, podría redundar en un desprestigio y pérdida de potencialidad de la entidad. Por eso, quien resulte candidato debe reunir altos estándares de idoneidad técnica y moral, de independencia de criterio, perspectiva de género, y probada proactividad y trayectoria en la defensa de los derechos humanos.
“Desde Amnistía Internacional celebramos que la Comisión Bicameral de la Defensoría del Pueblo del Congreso de la Nación haya tenido una actitud abierta a la escucha y al diálogo. De este modo, quien resulte electo o electa como Defensor o Defensora del Pueblo habrá transitado por un proceso abierto y plural. Durante ocho años el Estado ignoró y dejó vacante el puesto. Ahora, tiene la oportunidad de designar al ocupante de este cargo con los correctos estándares nacionales e internacionales. El rol es vital para la defensa de los derechos de las personas”, concluyó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.