Amnistía Internacional manifiesta su profunda preocupación por las detenciones indiscriminadas que tuvieron lugar en la madrugada del 9 de marzo tras la manifestación en ocasión del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Los testimonios de las mujeres relatan que fueron maltratadas y privadas de la libertad por efectivos de la policía. Agentes de civil, sin identificación, también habría intervenido en el operativo. Tras ser retenidas fueron trasladadas a distintas comisarías donde fueron requisadas de manera vejatoria, obligando a alguna de ellas a desnudarse por completo.
Es preciso recordar que Argentina ya fue condenada internacionalmente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la actuación de las fuerzas de seguridad locales. En el caso Bulacio, la Corte subrayó que “las razzias policiales son contrarias a los derechos humanos” e instó al país a que “deben limitarse las facultades policiales de detener personas sin orden judicial”. El Comité contra la Tortura de la ONU condenó las requisas vejatorias y advirtió a Argentina sobre la adopción de “medidas necesarias para garantizar que las requisas personales respeten plenamente la dignidad y los derechos humanos de toda persona, en pleno cumplimiento con las normas internacionales”.
Esto ocurre en el contexto de la masiva convocatoria al paro y marcha internacional de mujeres que se realizó el 8 de marzo en Argentina, América Latina y en otros países del mundo.
Preocupa a Amnistía Internacional que los hechos de ayer estén en sintonía con las directivas que surgen del “Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad Del Estado en Manifestaciones Públicas” emitido a fines de 2015 por el Ministerio de Seguridad, que ordena a las fuerzas reprimir y a la justicia perseguir penalmente; y que fue denunciado oportunamente por la organización.
Amnistía Internacional manifiesta máxima preocupación por la creciente persecución y criminalización de las mujeres que luchan contra la violencia de género y por una sociedad igualitaria.