Si bien en la semana del aniversario del crimen de la concejala de Río de Janeiro y de su conductor Anderson Gomes, la policía detuvo a dos hombres, aún las autoridades deben responder a la pregunta quién mató y quien mandó a matar a Marielle Franco.
“Estos arrestos son la primera señal de progreso en una investigación que apenas avanzó. Hacemos un llamado a las
Marielle Franco y Anderson Gomes murieron por disparos efectuados contra ellos cuando su vehículo pasaba por el barrio carioca de Estacio el 14 de marzo de 2018 por la noche. Información revelada por las autoridades y descubierta por la prensa hace temer que la investigación no siguió el debido proceso.
“Las autoridades del Brasil no pueden permitir este mensaje de impunidad alrededor de un asesinato del que, justamente, es muy probable que participaran de algún modo agentes del Estado. Es una señal que atenta no sólo contra los defensores de derechos humanos de ese país sino de toda la región. Desde Amnistía Internacional no descasaremos hasta que haya justicia y seguiremos honrando el legado de Marielle”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Conocida por defender los derechos humanos de las jóvenes negras, las mujeres, la población de las favelas y las personas LGBTI, Marielle Franco – una mujer bisexual negra que nació en una favela – fue elegida concejala de Río de Janeiro en 2016. Solía denunciar las ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones de derechos humanos cometidas por agentes de la policía y las fuerzas de seguridad del estado. Poco antes de que la mataran había sido designada para vigilar la intervención federal en la seguridad pública en Río de Janeiro.
Brasil es uno de los países más mortales del mundo para los defensores y defensoras de los derechos humanos. Como tiene documentado Amnistía Internacional, las autoridades brasileñas tienen un pésimo historial en lo que se refiere a la investigación de homicidios de defensores y defensoras de los derechos humanos y de homicidios con agentes de policía implicados.
Amnistía Internacional pide a las autoridades brasileñas que respeten el debido proceso y designen un equipo externo e independiente de expertos para hacer un seguimiento de la investigación y examinar toda posible negligencia, irregularidad o injerencia indebida. Las autoridades deben también tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los testigos del homicidio y de las familias de Marielle Franco y Anderson Gomes de acuerdo con sus necesidades y deseos específicos.
Finalmente, la organización insta a la comunidad internacional, incluidos los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales, a dirigirse a las autoridades brasileñas para pedirles que identifiquen a quienes ordenaron y cometieron el homicidio y los lleven ante la justicia para ser sometidos a un juicio justo y que cumpla las normas internacionales.