Tras el anuncio del inminente avance del proyecto para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, Amnistía Internacional iluminó el Cabildo y el Ministerio de Salud con el objetivo de visibilizar el reclamo urgente de dar “luz verde” al aborto legal.
La organización internacional realizó esta acción para insistir en la necesidad de que el presidente Alberto Fernández cumpla con su compromiso de presentar el proyecto, recientemente reiterado por la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Un segundo destinatario es el Congreso de la Nación que tendrá una nueva oportunidad para cambiar su posición y ponerse del lado correcto de la historia. Argentina debe sumarse a la tendencia global orientada a la despenalización y legalización de la interrupción del embarazo. El aborto legal es un derecho humano.
“Cuando los gobiernos restringen el acceso al aborto las personas se ven obligadas a recurrir a prácticas inseguras, con consecuencias fatales. El actual sistema argentino llevó a que en los últimos 30 años más de 3.000 mujeres perdieran la vida y otras 39.000 pusieran su salud en peligro. El Presidente y el Congreso deben dar luz verde al debate y terminar con una política de criminalización que ha demostrado ser ineficaz. El camino hacia la ampliación de los derechos de las mujeres es una deuda de la democracia”, sostuvo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Edificios iluminados de verde
En primer lugar, Amnistía Internacional iluminó el Cabildo de verde con mensajes como #AbortoLegal2020 y el Adiós a la icónica percha, que procura generar conciencia sobre las prácticas inseguras y peligrosas a las que el sistema empuja a las mujeres.
El Cabildo es un edificio en donde se dieron grandes manifestaciones sociales en la historia de Argentina. Además, es un edificio que puede ser visto desde la oficina presidencial en la Casa Rosada.
En segundo lugar, se realizó la acción de luces en el Ministerio de Salud para mostrar que el debate por el aborto es una discusión que debe estar centrada en la salud pública, más allá de cualquier dogma y creencia que las personas tienen derecho a mantener.