El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas dará comienzo desde este lunes y hasta el 8 de octubre a su 48º período de sesiones ordinarias (CDH48) en Ginebra. Allí los Estados examinan y hacen recomendaciones sobre la situación de derechos humanos en el mundo.
Antes de cada período de sesiones, Amnistía Internacional remite un informe a todos los miembros del Consejo, incluyendo a Argentina, con las prioridades globales para esta agenda.
En esta oportunidad, la prioridad está puesta en que los Estados miembro adopten una resolución sólida para que se establezca una misión o un mecanismo similar de investigación independiente sobre Afganistán. Ésto es fundamental para documentar y monitorear la situación en terreno y proteger a las personas que corren más riesgo de sufrir represalias de los talibanes, especialmente a las mujeres y niñas. (Ver carta abierta de organizaciones a la ONU).
Los Estados miembro deben aprovechar el CDH48 para abordar también la crisis en Colombia, que incluyó detenciones arbitrarias, tortura, uso excesivo e innecesario de la fuerza por las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos y ataques cometidos por civiles armados. Asimismo, es importante que puedan abordar crisis como las de Arabia Saudita (hostigamiento a disidentes y defensoras de derechos humanos), China (las graves violaciones de derechos humanos contra uigures y otros grupos étnicos predominantemente musulmanes en Xinjiang sigu y la represión violenta en Hong Kong continúa); así como Camerún, Egipto, India, Irán y Rusia. Y en Líbano, para esclarecer los hechos detrás de la explosión del 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut). Los Estados deberían considerar más medidas para abordar la crisis de derechos humanos en la región de Tigré de Etiopía (donde, Amnistía Internacional ha documentado cómo fuerzas afines al gobierno etíope han sometido a mujeres y niñas de etnia tigré a violaciones sexuales generalizadas —incluidas violaciones en grupo— y esclavitud sexual).
Este período de sesiones será también una ocasión importante para que se renueven los mandatos de Naciones Unidas para monitorear la situación de derechos humanos en Burundi, Camboya, Libia, Sudán y Yemen, y que se amplíe el mandato del Equipo Internacional de Expertos sobre la región de los Kasais de la República Democrática del Congo.
El CDH debe tomar medidas firmes para abordar diversos asuntos temáticos globales, como reconocer el derecho a un medioambiente seguro, limpio, saludable y sostenible y establecer un procedimiento especial sobre derechos humanos y cambio climático. En relación con las consecuencias del COVID-19 s, se espera que los Estados trabajen para reactivar la presentación periódica de informes de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Amnistía Internacional confía en que el CDH responda con firmeza a las alarmantes conclusiones del Proyecto Pegasus sobre vigilancia digital y pide a los Estados que se comprometan a trabajar en pos de un marco respetuoso de los derechos humanos.
Finalmente, Amnistía Internacional insta a Argentina, y a todos los Estados miembro de la ONU, a garantizar que el Consejo de Derechos Humanos cumpla con su mandato de promover, prevenir violaciones y proteger los derechos humanos, durante su 48º periodo ordinario de sesiones.
El mundo puede cambiar. Pero no va a cambiar solo.
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