Anexo I: Rusia
Anexo II: China
Foto: fuente Presidencia.
Rusia
En lo que respecta a la Federación de Rusia, la primera de las escalas del viaje, Amnistía Internacional pone el acento sobre las violaciones de los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, que se ven duramente restringidos. En gran medida, muchas de las manifestaciones que tienen lugar en Moscú y demás ciudades rusas acaban con detenciones arbitrarias masivas y son numerosas las organizaciones de la sociedad civil que ven condicionado su accionar a través de la reciente modificación de la legislación sobre "agentes extranjeros" y "organizaciones indeseables". Esta norma también se usa para restringir la libertad de expresión y silenciar a medios de comunicación independientes, periodistas y activistas.
La situación de Aleksei Navalny, quien permanece en prisión, es un claro ejemplo de las represalias a las que se ven sometidos las y los activistas y defensores de los derechos humanos en ese país. Del mismo modo, la discriminación contra las personas LGBTIQ+ es generalizada. La vigencia de la denominada ley sobre “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” prueba el carácter homófobo de las legislaciones vigentes y la necesidad de adoptar medidas urgentes para la protección plena de todas las personas.
Amnistía Internacional también advirtió sobre las consecuencias devastadoras del posible nuevo conflicto armado en Ucrania, que puede poner en peligro vidas, medios de subsistencia, infraestructuras civiles, y dar lugar a una grave escasez de alimentos y, posiblemente, a desplazamientos masivos.
China
En paralelo, la documentación dirigida al Ejecutivo nacional también describe las condiciones que atraviesan las personas activistas y defensoras de los derechos humanos en China, sometidas a acoso, intimidación, desaparición forzada y detención arbitraria. Lo mismo ocurre con las minorías étnicas y religiosas, en las regiones autónomas de Xinjiang y el Tíbet, sometidas a la represión de las autoridades.
La evidencia que Amnistía Internacional ha reunido en Xinjiang proporciona una base fáctica para concluir que el gobierno chino ha cometido al menos los siguientes crímenes contra la humanidad: encarcelamiento, tortura y persecución. Además, en Hong Kong, la llamada “Ley de Seguridad Nacional” es aplicada para cercenar la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación, así como para reprimir la disidencia y la oposición política. Por su parte, las personas LGBTIQ+ se enfrentan a una profunda discriminación sin leyes que las protejan pese a que Beijing afirma haber aplicado las recomendaciones que surgieron del Examen Periódico Universal de la ONU en 2018.
Con la mira puesta en el interés económico de China en la Argentina, Amnistía Internacional advierte sobre la necesidad de que los proyectos de inversión y de desarrollo productivos respeten de forma plena los derechos humanos y el ambiente a lo largo de todas sus etapas. Dichos principios deben regir también en el caso de que la Argentina adhiera a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en lo que refiere a su transparencia y protecciones necesarias.
“Siendo Argentina un país que ha incorporado los derechos humanos a su identidad nacional desde el regreso de la democracia y se ha erigido como un faro en la defensa y promoción de los derechos humanos a nivel internacional, instamos al presidente Fernández a plantear estas preocupaciones en sus diálogos con las más altas autoridades durante su visita y así contribuir a que se respeten y protejan los derechos humanos en todo el mundo”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Amnistía Internacional es un movimiento de 10 millones de personas presente en más de 150 países que trabaja en en todo el mundo. Desde la organización se insiste en la importancia de que el Presidente de la Argentina aborde la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia y la República Popular de China a lo largo de sus intercambios al más alto nivel con el fin de entablar un diálogo constructivo que avance de conformidad con los estándares internacionales.