Ante los fallos condenatorios dictados contra el fundador y presidente del centro de derechos Humanos Viasna y premio Nobel de la Paz Ales Bialiatski, condenado a 10 años de prisión, su colega Valiantsin Stefanovich, vicepresidente de Viasna y de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, condenado a 9 años, y el abogado de Viasna Uladzimir Labkovich, condenado a 7 años, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, declaró:
“Esta farsa de juicio por cargos de motivación política es una represalia evidente por la labor de derechos humanos de Viasna. Sus condenas son otro revés para una sociedad civil ya gravemente reprimida y para el preocupante estado de los derechos humanos en Bielorrusia. Es un vengativo acto de injusticia que requiere la atención inmediata de la comunidad internacional."
“Estos valientes defensores de los derechos humanos nunca tuvieron la oportunidad de enfrentarse a un juicio con las debidas garantías. Fueron escoltados al tribunal esposados y durante todo el juicio permanecieron en el interior de una jaula. El juez celebró las actuaciones en ruso en lugar de en bielorruso y no se dio tiempo a los acusados para familiarizarse con los materiales del caso, por no mencionar que estaban siendo juzgados por cargos falsos. No podemos permitir que sufran las consecuencias de la reprobable agenda política de las autoridades bielorrusas. Exigimos su libertad inmediata e incondicional.”
Información complementaria
Bialiatski, Stefanovich y Labkovich hfueron falsamente acusados de “contrabando de grandes cantidades de dinero y financiación de actividades de grupos que violan gravemente el orden público”. Los tres permanecieron bajo custodia desde julio de 2021, mientras que otro coacusado que está en el exilio, Dzmitry Salauyou, fue condenado in absentia a ocho años de cárcel.
La acusación sostiene que introdujeron al menos 201.000 euros y 54.000 dólares estadounidenses clandestinamente en el país y utilizaron esos fondos para financiar actividades “ilícitas” de protesta. Durante las manifestaciones multitudinarias y mayoritariamente pacíficas contra el fraude electoral ampliamente sospechado en 2020, la labor de Viasna de documentar e informar sobre las violaciones de derechos humanos generalizadas, incluidas detenciones arbitrarias, tortura y otros malos y juicios injustos, fue decisiva.