El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe convocar urgentemente un periodo especial de sesiones para abordar la crisis de derechos humanos en Bielorrusia, donde las autoridades han lanzado una represión en gran escala tras las controvertidas elecciones presidenciales. Así lo han manifestado hoy Amnistía Internacional y otras 16 ONG internacionales y bielorrusas en una
carta abierta.
La carta pide asimismo al Consejo que establezca una investigación independiente sobre las violaciones de derechos humanos que se están cometiendo.
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La campaña electoral de 2020 se ha caracterizado por un nivel sin precedentes de actividad de protesta, y una represión igualmente sin precedentes de los derechos humanos por parte de las autoridades. La policía ha hecho uso de fuerza excesiva, incluidas granadas paralizantes, balas de goma y cañones de agua, contra manifestantes pacíficos, a quienes ha sometido a palizas y tortura mientras los tenía detenidos en régimen de incomunicación. Además, varios manifestantes han muerto. Las autoridades han demostrado que no dudarán en utilizar la violencia contra su propia ciudadanía, y que tienen intención de obstaculizar una investigación local sobre estos abusos cometidos por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley”, ha declarado Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.
“Nos preocupa que, si estas acciones de las autoridades quedan sin respuesta, se derrame más sangre en las calles de Bielorrusia. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe ordenar una investigación internacional sobre las violaciones de derechos humanos y los crímenes de derecho internacional cometidos en el periodo previo a las elecciones presidenciales, en su transcurso y después de ellas, con vistas a disuadir rápidamente de que se cometan más abusos graves.”
La carta abierta está firmada conjuntamente por 16 organizaciones, entre las que se encuentran Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH).
Información complementaria
En los tres días transcurridos desde las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto, las autoridades confirmaron la detención de al menos 6.700 manifestantes. Según el Centro de Derechos Humanos "Viasna", al menos 450 de las personas detenidas informaron de que habían sido torturadas, por medios tales como brutales palizas, o sometidas a otros malos tratos, obligadas a realizar actos humillantes y amenazadas con violación y otras formas de violencia mientras permanecían recluidas hasta 10 días en régimen de incomunicación.
Desde el 12 de agosto, las autoridades han tomado medidas para apaciguar la situación, absteniéndose de realizar detenciones en masa y liberando a todas las personas detenidas. Sin embargo, las amenazas contra manifestantes pacíficos realizadas recientemente por el presidente Alexander Lukashenko y sus subordinados, junto con el reciente despliegue de las fuerzas armadas en la capital del país, Minsk, y otros lugares señalan una posible nueva espiral de violencia acompañada de violaciones de derechos humanos.